El Unicaja dio el último bocado a 2018 con victoria. Gris y por arreones ante un Delteco GBC batallador (80-94), pero una victoria al fin y al cabo. Los de Luis Casimiro fueron abajo prácticamente todo el primer tiempo y acabaron decantando de su lado el choque con un gran último cuarto. El equipo de Sergio Valdeolmillos es colista, sí, pero sabe incordiar. Le falta matar y de ello se valió el cuadro malagueño para seguir vivo en un margen mínimo que luego transformó en el décimo triunfo de la temporada.

Gipuzkoa tomó por bueno el manual del Baskonia desde el principio e hizo correr. Quería explotar las carencias cajistas hoy día, máxime sin Carlos Suárez. Habitualmente se maneja bien el Unicaja en estos contextos de idas y venidas, pero falto de la solidez y el acierto de otros días pierde enteros. En consecuencia, los 118 kilos de Beqa Burjanadze entraron al partido para castigar donde más está sufriendo el cuadro malagueño últimamente: Wiltjer lo pasó mal en el mano a mano en el poste y tampoco arreglaron el problema Dani Díez ni Shermadini, con el que se manejó bien Sekulic en los compases iniciales del choque.

Las faltas también penalizaron. 15 y 16 tiros libres lanzaron los dos equipos en la primera parte respectivamente: 80% de acierto para el Delteco GBC y 87% del Unicaja. Lessort se cargaba rápido con dos faltas y Casimiro daba minutos a Viny Okouo. Aprovechó la situación el equipo de Valdeolmillos, penetrando y sacando adicionales por doquier. Mientras, en el otro aro, colapsaba Gipuzkoa cualquier línea de pase interior y forzaba al Unicaja a tratar de remontar desde fuera. Mal asunto, tampoco era el día: 3 de 15 en triples en todo el primer tiempo. Así, imposible. Ocho puntos era la máxima diferencia para Gipuzkoa, pero a base de arreones se sostenía el equipo en el partido. Un parcial de 3-8 permitía casi empatar (43-40) y el descanso llegaba con solo cuatro puntos de diferencia (45-41).

Con esa vida el Unicaja aparentaba reaccionar a la vuelta de vestuarios. Parecía que Lessort salía desorientado con su tercera falta nada más salir, pero todo lo contrario: con 12 puntos en cuestión de minuto y medio, el francés ponía al Unicaja por delante en el partido por primera vez desde el primer cuarto. Aun así, continuaba el choque en el intercambio de canastas. Gipuzkoa siempre vende cara su piel. Burgos y Gran Canaria perdieron en San Sebastián y los de Valdeolmillos se impusieron en una cancha complicadísima como la de Andorra. Algo semejante le podría haber ocurrido al Unicaja de no ser por el último cuarto, donde al fin hicieron contacto los cables y empezó el equipo a funcionar.

El partido seguía en el alambre en el arranque del tercer cuarto (68-66). La mejoría en intensidad y el impulso físico de Lessort se notaron: perdieron peso nombres como Burjanadze o Bobrov. Y si a ello se suma que también entraron en combustión los Roberts, Jaime Fernández o Shermadini, el encuentro se acabó decantando. Tres pérdidas consecutivas del Delteco GBC con un mejor Dani Díez (tres robos) y dos triples casi consecutivos de Milosavljevic ponían el +10 (74-84). Entregados los donostiarras, el Unicaja pudo finiquitar. 12-28 fue el parcial final con el que los de Casimiro ponen el punto final a 2018. Hubo tiempo hasta para el debut de Stilma, un minuto en cancha, después de todo. Se resarce al menos el equipo del tropezón con el Baskonia y mira hacia adelante.

Estas son las estadísticas del partido:

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