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Disfrutar es muy sano

  • El Unicaja consigue una brillante victoria en Zaragoza

  • Los triples (16) vehiculan el triunfo en el Príncipe Felipe

  • Gran actuación colectiva que marca el camino, no sólo por el acierto en el tiro

La mejoría competitiva del Unicaja necesitaba de una exhibición de músculo como la de ayer en Zaragoza. 77-102 venció el equipo de Joan Plaza en el Príncipe Felipe, escenario siempre grato en el recuerdo porque ahí se conquistó el primer título nacional de la historia, en 2005. De alguna manera, tras tutear y llegar con opciones hasta casi el final para ganar al CSKA y en el OAKA y el Buesa, el Unicaja mantuvo el nivel de concentración e intensidad ante el Tecnyconta. Y el resultado fue un recital. Obviamente, no se puede contar con casi un 60% en triples cada día, es algo que ocurre uno de cada 15 o 20 partidos. Explica en gran parte la diferencia en el marcador. Pero no fue sólo acierto. Existieron unas bases defensivas buenas. No es lo normal ganar por 25 puntos a domicilio, pero digamos que la versión mínima del Unicaja debería ser el punto medio entre el de ayer y el de las derrotas en Gipuzkoa y Andorra.

Se explica también la mejoría con un reparto más concreto de roles. No se recuerda un partido con Joan Plaza en el que la rotación sólo comprendiera un cambio en el primer cuarto (Díaz por McCallum). Nedovic y Brooks extendieron 13 minutos su primera comparecencia en cancha. Alertaba en una misiva en su web Plaza del cambio de rumbo y de prioridades. De momento, dos partidos con 10 jugadores en pista y más importancia para los que mejor estén. Díez y Okouo (que ya lo estaba) quedan fuera. Y a tirar millas con ellos. Igual se hace larga la temporada, pero tanta derrota era insostenible.

57%Acierto. Fue el porcentaje (16/28) en el triple del equipo malagueño, bastante elevado

Se vio a los jugadores del Unicaja disfrutar en la pista. Desde el lenguaje corporal hasta los vítores del banquillo, cuya implicación suele ser un detector del estado de ánimo colectivo. Toallas al aire, todos de pie con un triple. Contemplar cómo Brooks se tiraba a por un balón imposible cuando faltaba un minuto y medio y se ganaba por 25 también fue simbólico. Seguramente Plaza había inoculado la idea de que el average importa mucho por los posibles empates para la clasificación copera. No era casual que el teórico equipo titular estuviera en pista entonces. El mensaje implícito del entrenador es que no había minutos de la basura.

El Tecnyconta exhibió al ex cajista Gary Neal, entonado como anotador de referencia. Ha perdido el nervio de Sergi García, que se va al Valencia y debe recomponer la nave. Con Bellas y el imberbe Alocén no parece que le llegue. Es un equipo, no obstante, alegre y que en dinámica positiva de anotación deviene en peligroso. El Barcelona tuvo que pelear el partido siete días antes. El Unicaja no lo permitió, marcó una alambrada desde el primer cuarto y empezó a ganar distancia tras ganar todos los periodos, al gusto del entrenador.

Nunca fue por detrás en el marcador el Unicaja, como mucho concedió un empate en el primer cuarto. Augustine y Brooks marcaron un nivel defensivo alto. Con ellos es posible arriesgar más. No era raro ver a los dos haciendo un 2x1 fuera de la línea del triple. Influye, claro, la capacidad del rival. El Tecnyconta no es el CSKA, el Panathinaikos o el Baskonia. Pero respetándolo como a los otros se tiene mucho territorio ganado. 15-27 al final del primer cuarto y 35-51 al descanso. Todo es más fácil cuando el triple entra. 7/10 en el primer cuarto, 10/15 al descanso. Acabaría con 16/28 el equipo malagueño. Ocho jugadores anotaron algún tiro de tres, sólo Shermadini y Augustine no lanzaron. Y nueve jugadores dieron alguna asistencia. En general, se compartió mejor el balón. Y Alberto Díaz, muy completo, repartió siete asistencias.

No hay que lanzar las campanas al vuelo, pero hay señales de que se puede cambiar el rumbo errático hasta ahora. Las sensaciones han mejorado y se han encadenado dos victorias en ACB que devuelven al balance positivo al equipo. Hay que contar con que en este nivel de exigencia habrá problemas físicos.

Tras el descanso, el Unicaja siguió a buen ritmo salvo un tramo valle en el tercer cuarto en el que se pudo complicar el partido. Dos triples de Waczynski y uno de Suárez al comenzar el último cuarto dilapidaron cualquier opción. Disfrutar sobre la pista es muy sano y el Unicaja transmitió ayer esa sensación. Las caras y los gestos le delataban. Ahora hay que extender ese solaz más tiempo. Khimki e Iberostar son bonitos retos.

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