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El Femenino redobla su apuesta

  • El club incorpora de una tacada a Claudia Alonso, Noelia Masiá y Vero Matoso

  • Salvo imprevisto, plantilla cerrada

  • Seis caras nuevas en un plantel de 15 piezas

Paso de gigante del Unicaja Femenino en su segundo proyecto, con el que pretende afrontar con garantías la campaña 2018/2019, donde volverá a competir en Primera Nacional. El club malagueño oficializó de una tacada la llegada de tres jugadoras. Noelia Masiá, Vero Matoso y Claudia Alonso se unen al conjunto cajista y dan un salto a una plantilla con talento rebosante.

Masiá, de 20 años y 1,82 metros, procede del Picken Claret, donde ha jugado las dos últimas temporadas en Liga Femenina 2. Se trata de una alero corpulenta que realiza un juego físico, con buenas facultades para ir con dureza al aro. Tiene bastante margen de crecimiento aún. En el equipo valenciano promedió en el último curso 7,2 puntos y 2,5 capturas en 20 minutos de juego.

Matoso, cuyo fichaje adelantó este periódico el pasado 28 de julio, procede del Real Canoe de LF-2, donde compartía vestuario con Gema García. Un golpe de efecto del Unicaja, que contrata a una de las mejores jugadoras nacionales del segundo escalón. Con una vasta trayectoria, la canaria, de 1,85 metros y 30 años, posee muchos recursos ofensivos y es fiable en el rebote. En el último curso tuvo unas medias de 7,5 puntos, 9,7 rebotes y 2,1 asistencias para 13,3 de valoración.

Alonso vuelve a su tierra tras dos campañas en Avilés. La marbellí tiene experiencia en LF-2 y un amplio recorrido por hacer. La pívot, de 1,84 y 20 años, destaca por sus buenos movimientos al poste y es contundente bajo el aro. Además, posee un rango interesante de tiro desde tres-cuatro metros.

Con estas llegadas y salvo imprevisto, el Unicaja tiene la plantilla cerrada. Un plantel de 15 jugadoras en la que volverá a estar Lorena Aranda al frente de la nave tras el notable estreno en la anterior campaña. Ahora se espera un salto más tras quedarse a un partido del ascenso, de ahí que haya seis caras nuevas en el vestuario.

Un verano donde el club ha inyectado sangre nueva al vestuario, pero también una importante dosis de veteranía, de la que adoleció en la parte cumbre de la temporada pasada. Los cuatro fichajes foráneos tienen el denominador común de tener minutos de calidad en LF-2 en sus piernas, lo que resulta diferencial en un escalón inferior.

El aterrizaje de Gema García, Noelia Masiá, Vero Matoso y Claudia Alonso supone un brinco de nivel considerable. Evidencian una apuesta importante del club, que tiene la Liga Femenina 2 entre ceja y ceja. Los nombres de la plantilla indican eso. Masiá y Alonso aparecen como una apuesta de presente y futuro sugestivas, que deben crecer de la mano del equipo. Gemita y Matoso abren una brecha significativa con los rivales. En una Nacional que lleva dos cursos perdiendo nivel, ambas son garantía de éxito. Su nivel es de un peldaño o dos por encima. Sus últimos clubes luchaban por ascender a la Liga Día, donde ellas eran referentes. Un dato que da alcance de su relevancia.

El club de Los Guindos también acomete un movimiento inteligente abriendo paso a un junior de quilates. Una hornada atractiva que ya fue octava de España. Acabaron una etapa y estarán ya a tiempo completo Paula Tello, Marta Ortega e Irene Viruel, que dejaron muy buen regusto. La ala-pívot se perdió la mitad de la temporada por una rotura del ligamento cruzado, que frenó una buena proyección. En este trío hay altas expectativas. Al igual que en Ana Jiménez y Tamara Garrido. La alero, formada en el Salliver, se quedó en el último corte de la sub 18 de España y está para aportar desde ya merced a un catálogo variado de juego. Aranda ya le dio algunos minutos en el pasado con el primer equipo. Garrido no debutó, aunque hizo merecimientos.

Una cuatro con una mirilla privilegiada, que tiene buenas destrezas al poste y en el rebote. En definitiva, un perfil muy completo. También estará a las órdenes de la entrenadora malagueña Sofía Arcos, que procede del cadete. Puede jugar de alero y ala-pívot y tiene un gran margen de mejora. Competirá con el junior por norma general, aunque entrenará también con el de Nacional.

Todas ellas completan a un grueso de jugadoras que ya estaban el curso anterior. Repiten Reme Velasco, Inés Botella, Cuchi, la capitana Sandra Pérez y la pívot Marta García. Un quinteto que dio buenas prestaciones, cada una en su faceta, en el año de bautizo competitivo y en el que hay depositadas esperanzas.

Un equipo de quilates que, a priori, dominará con suficiencia la Primera Nacional. Su prueba del algodón estará en mayo, aunque acuden con mucho arsenal. El potencial del club de Los Guindos como entidad incita por inercia a una escalada hacia la Liga Día a medio plazo y este segundo proyecto marca esa línea ascendente. Un Unicaja Femenino que ha redoblado su apuesta.

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