La larga travesía del desierto que es el verano del baloncesto de clubes. Son dos meses y medio desde que acabó la temporada 2017/18 y el Unicaja empieza a funcionar. Desde principios de semana ya se han entrenado varios jugadores en el Carpena, los nacionales han ido adelantando algunos de los test físicos que se realizan para analizar parámetros con los que trabajar a lo largo de la temporada. El martes se produjo el desembarco del grueso de la plantilla. Algunos veteranos y otros nuevos, como Lessort y Wiltjer.
La temporada se inicia hoy en el kilómetro cero, el grupo empieza a fraguar. La plantilla está citada a las 9:00 para empezar a pasar pruebas en el Hospital Quirón y a las 9:30 hay un desayuno con la prensa. Posteriormente habrá una primera toma de contacto en el Carpena, aunque hasta el próximo lunes no empezará Luis Casimiro a ensamblar fichas. El técnico, no obstante, ya está en Málaga y en permanente contacto con colaboradores.
Entre la afición se detecta ilusión y un dato lo corrobora. Se está a muy pocos abonados de alcanzarse los 8.000 e igualar los que hubo la temporada pasada. Se temió que con el descenso de la Euroliga a la Eurocup se redujera la masa social, que se había ido recuperando después de tocar mínimos en la era Carpena años atrás. La última cantidad facilitada por el club era de 7.600 abonados a mediados de julio, con un 95% de fidelidad y más de 200 abonados nuevos para paliar la pérdida que hubo. Suele estar entre el 5% y el 8% el número de bajas. En las últimas semanas ha habido un repunte importante, después de la concreción de los últimos fichajes. Y se rozan los 8.000, se está a pocos números de repetir. No es el final de julio y el principio de agosto un momento propicio para el abono, de hecho suele registrarse alguna baja cuando se cobran los abonos domiciliados, pero esta vez ha sucedido justo lo contrario.
Un síntoma, pues, de que hay ganas de baloncesto en el Carpena y de que pese a que no se juegue en la Euroliga habrá un buen respaldo desde la grada. El cambio de ciclo de entrenador, tras cinco años de Joan Plaza, abre una nueva etapa. Y los datos revelan que se acoge de buen agrado el nuevo aire tras el buen trabajo del técnico catalán.
El fichaje de Lessort es el que más expectación ha causado. Sus cualidades físicas le hacen ser un claro proyecto NBA y ha elegido Málaga como trampolín, como hicieron Dragic o Kuzminskas. Desprende carisma el francés, que ha colmado las expectativas de la dirección deportiva y de Luis Casimiro. Con él también llegaron Wiltjer y Jaime Fernández, de 25 años ambos, y el experimentado Brian Roberts, al que se le espera en las próximas horas. Ellos y la permanencia de ocho jugadores en la plantilla ilusionan. Así lo dicen los datos de abonados para una temporada que empieza con su preludio desde hoy.
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