Tuvo el Unicaja una complicada gestión para ponerle nombre al base de su nuevo proyecto. Finalmente escribió Ray McCallum, pero muchas operaciones se abrieron antes de que los rectores cajistas cogiesen el lápiz.

La mayoría se acuerda de Marcelinho Huertas, que tuvo un pie en Málaga, pero que pisó con los dos Vitoria. No fue el único que amagó con vestirse de verde. Lo hicieron Bruce Cotton, Pierre Jackson... y Errick McCollum. Tras el no del carioca, el 3 del Unicaja se puso a tiro y la historia es de sobra conocida.

El jugador del Efes es básico en los esquemas de Perasovic, donde es líder en la estadística

El hermano de la estrella de los Portland Trail Blazers de la NBA C.J. McCollum estudió el ramillete de proposiciones contractuales que tenían encima de la mesa este estío. Estaba la del club de Los Guindos, pero también la del Olympiacos, algunas de China y de otros equipos de Euroliga. Eligió la del Anadolu Efes.

Tras campeonar en la Eurocup con el Galatasaray y reventar topes anotadores en North Control Beijing, el yanqui decidió que su carrera sufriría un repunte si volviese a Turquía. Tuvo conversaciones avanzadas para acabar en El Pireo, pero firmó un año de contrato con otro opcional con los otomanos. Todo para suplir el hueco dejado en los esquemas de Velimir Perasovic por Thomas Heurtel y Jayson Granger, ambos de vuelta en la Liga Endesa.

Ha aterrizado con buen pie en el Sinam Erden el mayor de los McCollum. Bastión para el entrenador croata, su trascendencia en la pista es total. El 3 azul -curiosamente el mismo número que McCallum- está sobresaliendo en la hoja estadística. En BSL turca, su protagonismo asciende a 31 minutos por noche. Confianza devuelta con 21,7 puntos, 3 rebotes y 4,5 asistencias para liderar al Efes, que ostenta la segunda posición de la tabla.

En Euroliga, al igual que el base del Unicaja, bajan sus promedios. 12,8 puntos, 1,8 capturas y 2 pases de canasta. Se resiente la anotación por la misma vía por donde la hace la de McCallum. Aunque seguramente sea fruto de la casualidad, ambos exhiben una versión anodina desde más allá del triple, lo que les penaliza de forma directa.

McCollum viajó a Estambul y McCallum a Málaga. En dos días se verán las caras y lo que pasó en verano poco importará. El primero luchará porque su equipo se estrene en Euroliga y el segundo porque salga del bache.