Las posibilidades de pasar al Top 8 para el Unicaja son muy remotas. Sería una carambola, con todas las letras, pero por lo pronto esta sigue tan viva como ayer gracias a la derrota tremendamente ajustada del Maccabi en La mano de Elías contra el Panathinaikos.

75-76 se impuso el equipo de Xavi Pascual, verdugo hace una semana del conjunto malagueño. Durante muchísimos minutos estuvo el Unicaja eliminado, y es que una de las condiciones sine qua non para optar al pase en caso de un triple empate era que el Maccabi solo ganase el partido que tiene contra el Baskonia el próximo jueves y no por mucha diferencia.

El partido se tuvo que resolver en los últimos segundos después de que israelíes y griegos se adjudicaran cada uno una mitad. Al descanso ganaba el Maccabi 41-35, pero en la segunda parte apretó el Panathinaikos hasta jugársela a la última posesión. Ganaban los de Pascual a cinco segundos con una canasta de Mike James y DeShaun Thomas falló un último tiro sobre la bocina que permite seguir creyendo al Unicaja hasta hoy.

Lo siguiente es esperar que el Baskonia tampoco sume triunfos y para eso tendría que caer esta noche en el Palau contra el Barcelona. Si gana, por mucho que haga el Unicaja en Bamberga, estará también sentenciado. No obstante, lo primero es eso: que el equipo de Joan Plaza sea capaz de vencer en los tres partidos que le restan, que no son precisamente sencillos. El próximo 30 de marzo recibe en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena al Olympiacos y luego tendrá que visitar al Fenerbahçe, al que ganó en aquella especie de Supercopa de arranque, en Turquía.