Unicaja

Papeles cambiados, 13 años después

  • Una década más tarde de disfrutar la época más gloriosa del club, Javi Rodríguez se estrena con el Unicaja

Javi Rodríguez, a la izquierda, tras ganar el Unicaja la Copa del Rey de 2005.

Javi Rodríguez, a la izquierda, tras ganar el Unicaja la Copa del Rey de 2005. / m. h.

Cuando apenas levantaba un metro del suelo y había soplado tres velas Javi Rodríguez ya festejaba títulos del Unicaja. Quedan instáneas de un pequeño que ya disfrutaba entre sus manos de la Copa del Rey cosechada en 2005 en Zaragoza. Detrás del éxito estaba su padre, Juanma, arquitecto de aquella triunfante plantilla.

También acariciaba el trofeo su hermana, María, un año menor que él. El jueves, ella y su madre lo veían abrazar un sueño en primera fila. No estaba su progenitor, en plena pretemporada con el Real Betis en Sevilla. En Benalmádena dio el malagueño el salto 13 años después. De la grada al parqué en un viaje que no culmina, sino que se inicia. "Increíble el debut, esto sólo empieza aquí", escribía el joven en uno de sus perfiles de redes sociales. Una actualización donde compartía varias instantáneas con Spanoulis, el que ofició su estreno como cajista.

El escolta afronta el salto a junior, donde tendrá protagonismo en el EBA de Gabriel

El mago heleno le puso la pasarela al canterano verde. Casimiro, con un perímetro en pañales, tiró de Javi Rodríguez desde el arranque. Le tocó bailar en ambos lados con el base griego, pero no se achantó. Lo defendió cara a cara y no sufrió en exceso, que ya es mucho. Por si fuera poco, no se cortó y le endosó un triple desde la esquina. Un momento culmen que le quedará grabado. Luego, pagó la cuenta en su aro. Vivencias inolvidables para un joven de 16 años. Tal descaro palpó Spanoulis en el escolta, que tras el descanso se le acercó cariñosamente y le cuestionó por cuál era su edad.

El también sobrino de un histórico del Unicaja como Nacho Rodríguez demostró madurez en los 20 minutos de los que disfrutó. Aplicado en defensa, atrevido en ataque. Realizó un par de bloqueos que evidenciaban un acople rápido al libreto de Casimiro. Esta tarde gozará de otras de esas casualidades imborrables. Enfrente estarán jugadores del caché de Sergio Llull o Rudy Fernández, a los que en alta probabilidad deberá de contener.

Una experiencia enriquecedora con la que rematará un verano de ensueño. Se labró un hueco en los planes de Javier Zamora en la sub 16 de España y se colgó un metal dorado en el Europeo de Novi Sad. El técnico sacó otra vertiente de su juego donde puede resultar de gran utilidad, su faceta defensivo. En territorio balcánico terminó como especialista defensivo, lo que le permite dar un brinco hacia un jugador más versátil y de más recorrido. Deberá seguir dando pasos en el EBA de Germán Gabriel, al que salta tras una etapa cadete destacada. Un desembarco en una categoría exigente para los jóvenes, aunque el grado de enseñanza será alto. Antes toca paladear los últimos tragos de un estío repleto de caviar.

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