Rubén Guerrero está cumpliendo los pasos previstos en su readaptación al baloncesto europeo tras seis años en EEUU. El pívot marbellí tiene el rol de quinto pívot que en las dos temporadas anteriores poseyó Viny Okouo. Y tiene ese papel de dar entre cinco y 10 minutos de refresco por partido a los interiores. Muestra destellos de que puede ser un jugador interesante, aún con mucho margen de progresión a sus 24 años.

Por ejemplo, Rubén Guerrero ha jugado 70 minutos en total en la Eurocup esta temporada, tiempo en el que ha colocado seis tapones en los ocho partidos en los que ha jugado. Es el 21º en esa clasificación en toda la competición, con 0.75 por duelo. Según la estadística que emplea la Eurocup, con cifras proyectadas a 40 minutos de juego, el malagueño sería el máximo taponador de todo el torneo, con 3.38 por cada partido completo, seguido de William Mosley (Partizan, 3.04) y Jean-Marc Pansa (Nanterre, 2.89). Coloca Guerrero un tapón cada algo más de 11 minutos en pista.

Es una pequeña muestra numérica la del jugador marbellí, que ha colocado cuatro tapones en los dos últimos encuentros que jugó para elevar esa media. Pero son indicios de que puede tener cualidades diferenciales gracias a su gran físico con mayores tramos de productividad.