Tras su retirada como jugador en activo, Carlos Cabezas sigue recibiendo reconocimientos por su trayectoria longeva y exitosa en el baloncesto nacional. Esta vez, el enfrentamiento entre el equipo de su vida, el Unicaja, y uno de los que más tiempo estuvo y más huella dejó cuando se fue de Málaga, el UCAM Murcia, propició que en tierras pimentoneras también se le reconociera. Posó con los antiguos compañeros que aún quedan en el equipo (Rojas, Radovic y Augusto Lima) y también con aquellos con los coincidió a lo largo de su carrera, como Cate y Vasileiadis. Después, Sadiel Rojas le entregó una camiseta con el número 10 del equipo murciano, la que vistió en dos temporadas en las que se alcanzaron picos históricos.