El Unicaja regresó al trabajo tras un atípico (no tanto esta temporada) fin de semana de asueto que los jugadores aprovecharon para desconectar un poco antes del tramo definitivo de temporada. Y este lunes regresó al tajo con alguna buena noticia en cuanto a problemas físicos, no completas.

Roberts tuvo un problema en el quinto dedo de la mano derecha la semana pasada y se perdió las últimas sesiones. Este lunes regresó junto a sus compañeros sin problemas. Se vendó juntando los dos últimos dedos y pudo trabajar sin problemas. Roberts es el jugador que más minutos ha actuado a las órdenes de Casimiro, con 1.106. Sólo Salin ha superado también los 1.000 minutos esta temporada. Y es el hombre más veterano del plantel. Pero, como se encarga de recordar el técnico cada vez que se le cuestiona, su profesionalidad es un valor importante.

No hubo tan buenas noticias para Carlos Suárez, con el que hay que tener más prudencia. El madrileño no pudo terminar el entrenamiento del viernes después de que se produjera una microrrotura en el bíceps femoral de su pierna derecha, la misma extremidad en la que ya tuvo problemas de diciembre a febrero.

En el caso de Suárez, hasta final de semana no habrá una mayor certeza sobre si puede viajar a Lugo para jugar el domingo ante el Breogán. El tiempo de baja estimado para el tamaño de la rotura comprende entre siete y 10 días, justo para el partido.

El planning del equipo comprende trabajo hasta el miércoles, descanso el jueves y sesiones viernes y sábado antes del duelo con los gallegos. Habrá que esperar al viernes o el sábado para evaluar el estado de Suárez. Sus evidentes ganas de jugar están ahí. Sucede que vienen después tres partidos más en siete días, uno trascendental ante el Valencia en la pelea por la cuarta plaza.