El Unicaja cerró con buen sabor de boca la pretemporada, con una amplia victoria ante el Betis (102-65) que le permite revalidar el título andaluz. No hay conclusiones relevantes en un partido que se rompió definitivamente en el tercer cuarto, pero se vio una mejor versión, ya con el equipo al completo. El Unicaja tenía ganas de agradar y lo consiguió antes del debut liguero del próximo viernes. Buena actuación colectiva, con un gran primer tiempo de Wiltjer y momentos brillantes de casi todos los jugadores.
El equipo de Casimiro llevó el peso del partido desde el inicio, si bien el Betis intentaba minimizar la diferencia teórica de nivel y su carencia de interiores. En márgenes entre los cinco y los 10 puntos de renta a favor malagueña, el partido estaba condicionado por el acierto de Kylw Wiltjer. Tiene un don para la anotación el canadiense, es indiscutible. Hay que verle en contextos más exigentes defensivamente y con mayor presión, pero su capacidad para abrir el campo con su muñeca es enorme. Al descanso llevaba 18 puntos con sólo un fallo en el tiro. Y la sensación de que podía lanzar y seguir metiendo.
La idea de correr se va imponiendo en el Unicaja, se privilegió la velocidad ante un Betis que no descuidaba el rebote de ataque y que ponía ahí problemas. Fue fortificando su aro el equipo malagueño y a partir de ahí creaba con mayor facilidad. Brian Roberts y Jaime Fernández tuvieron chispazos brillantes y Mathias Lessort se aprovechaba para realizar algunos mates espectaculares. También tuvo algún momento productivo un Shermadini, necesitado de confianza y minutos. Estaba fallón Waczynski, que erró algún tiro que no suele. Y Salin metía una buena canasta para aumentar la renta del Unicaja al descanso (44-33).
La coincidencia en pista de Roberts y Fernández dejó minutos interesantes tras el descanso. Con capacidad los dos para crear y ser agresivos, lo fueron también en transiciones y contraataques. Y surtieron de balones a sus compañeros para agrandar progresivamente la diferencia a favor del Unicaja. El Betis se quedaba sin recursos. Con lesionados, algún jugador por completar la plantilla y un partido jugado el viernes por la noche, tampoco tenía más fondo Curro Segura ante la rotación malagueña. Dos triples de Carlos Suárez disparaban la renta hasta cerca de los 20 puntos (66-48).
El Unicaja encontraba a Shermadini cada vez con más facilidad y Alberto Díaz seguía con su habitual nivel de agresividad defensiva para robar y meter cuatro puntos que rebasaba la frontera de los 20 (77-56). El partido había derivado ya en un banco de pruebas para los dos entrenadores. También Milosavljevic metía puntos para coger moral en la que debe ser su temporada, con Dani Díez jugando minutos como cuatro. Se llegó a los 30 puntos de diferencia y se acabó casi en 40.
Unicaja (19+25+24+34) 102: Díaz 4, Fernández 10, Milosavljevic 9, Wiltjer 20 y Lessort 11 -quinteto inicial-. Okouo 0, Salin 8, Díez 5, Shermadini 11, Waczynski 9, Roberts 7 y Suárez 8.
Real Betis (15+18+18+14) 65: Lluís Costa 0, Dee 16, Bropleh 7, Malmanis 8 y Tunde 7 -quinteto inicial-. Borg 11, Pluta 0, Cecilia 0, Rodríguez 0 y Obi 16.
Árbitros: Jiménez, García Ortiz y Sánchez Sixto.
Incidencias: Pabellón Blas Infante de Alhaurín de la Torre. Final de la Copa Andalucía. Lleno.
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