El Unicaja Femenino está en problemas importantes. Tras el parón de 53 días sin competir por mor del Covid-19 tras las vacaciones navideñas, le está costando arrancar de nuevo al equipo de Lorena Aranda, que acumula lesionados y aún jugadoras convalecientes de la enfermedad y que tiene que completar la rotación con jugadoras del equipo junior en un calendario de, al menos, dos partidos por semana. La dura derrota en Los Guindos ante el Paterna (53-79) lo recuerda en una Liga Femenina 2 que se acerca a la fase decisiva.

El equipo malagueño empezó estando en el partido (14-15), pero fue derrumbándose, primero en un segundo cuarto malo (26-41 al descanso) y un tercero igual, con el equipo valenciano en la frontera de los 30 (37-65). Se acabaría con un resultado de 53-79 que retrata el mal momento cajista, desprovisto de jugadores importantes, como la jugadora más valorada del grupo, Ana Pocek, que no volverá a jugar en la temporada regular. María Torreblanca fue la máxima anotadora, con 14 puntos. Nneka Ezeigbo sumó un doble doble, con 10 puntos y 12 rebotes, y Vero Matoso hizo ocho puntos y 10 rechaces. La parte positiva es que siguen teniendo minutos jugadoras del equipo junior, que van sumando experiencia en la categoría.

El balance desde que se regresó es de 1-4. Hasta entonces había sido de 10-2 y la presencia en la fase de ascenso estaba muy bien perfilada. En la clasificación está con 11-6 de balance, aún puede mirar a la segunda posición y a la citada fase, pero el calendario, comprimidísimo por los partidos aplazados, y la situación del equipo no invita al optimismo. Aún hay margen para reforzarse en esta semana.

El otro equipo malagueño en la categoría, el CAB Estepona, está en la quinta posición, con un balance de 12-7 en la tabla, también aspirando a meterse en la fase de ascenso.