El Unicaja contó en el partido ante el Valencia con la ausencia de Jaime Fernández. El madrileño dio positivo el pasado viernes por Covid-19. Está perfectamente, asintomático, en su casa, esperando a dar negativo en un PCR para poder volver a la disciplina. Es el protocolo que rige ahora en la ACB, no hay que dejar cuarentena obligatoria, sino esperar al negativo en la prueba para volver a la actividad.

Este lunes se harán nuevas pruebas a toda la plantilla para constatar si hubo algún contagio. El test de respaldo no descubrió ninguno, aunque puede mostrarse días más tarde si hubo expansión. La ACB pide ahora nueve jugadores con ficha para que se puede jugar, el protocolo del año pasado ya no rige y queda en mano de cada comunidad autónoma la declaración de brote, lo que ha levantado alguna suspicacia, como en el caso del Gran Canaria antes de su partido ante el Valencia. Tampoco hay obligación de hacer test antes de cada partido. Sólo en caso de que haya jugadores sintomáticos. La mayoría de los clubes, como el Unicaja, sí ha vuelto a hacerlos para garantizar la salud.

En su lugar se vistió el joven de 15 años Mario Saint-Supéry, que ha tomado el lugar del cedido Pablo Sánchez y ha estado todas las navidades entrenando con el primer equipo. Katsikaris era cuestionado por él el viernes y tenía palabras elogiosas para el joven rinconero, internacional español y que, siendo aún cadete, ya destaca en el equipo junior que juega en Liga EBA.