Unicaja - Lenovo Tenerife: A prueba la resiliencia (12:30)
Malagueños y canarios se disputan el factor cancha del play off en un Carpena a reventar; también un bálsamo caro tras la Final Four de BCL
El Unicaja tendrá que ganar de ocho puntos o más para recuperar el average
Ibon Navarro habló en la previa
Vidorreta trasladó la presión
Digerir el golpe de la BCL conlleva su proceso, sensaciones posteriores extrañas por cómo se resolvió un fin de semana tortuoso, que debería haber sido mágico. Que haya llegado ahora el primer revés serio de la temporada habla de la gran trayectoria del Unicaja, "extraordinaria", como reivindicaba Ibon Navarro en la previa de un nuevo Unicaja-Lenovo Tenerife en el Carpena (12:30), casi definitivo a la hora de resolver quién tendrá factor cancha en ese play off al que ya se mira de reojo. Tres misas de domingo seguidas, esta es la segunda, donde malagueños y canarios se van a ver las caras, cayendo poco a poco en la monotonía, pero hay mucho en juego. Es una ocasión tentadora de hacer sangre para ambos, dos equipos que deberían estar aún tocados, de luto, más pronunciado en el Unicaja, aunque en La Laguna el chasco también ha sido importante.
91-84 ganó Lenovo en la ida, por lo que el Unicaja tendrá que ganar de ocho puntos o más para alzarse con el average, y obtener momentáneamente la cuarta plaza, que tendrá que hacer buena el martes en Miribilla. Diferencia sobre el papel salvable, pero atendiendo a los tres antecedentes de esta temporada, con finales apretados en todos, no sería extraño que se viese algo similar en el Palacio. El contar con ese factor Carpena es un tesoro en una circunstancia tan pareja; ha respondido la Marea Verde tras el varapalo de la BCL, otro hecho valiosísimo, el ver que la gente corresponde de la mejor manera, no quita que se haya extendido algo de desazón, pero esa unión con el equipo es irrompible. Más de 10.000 espectadores, esta vez todas de verde, comparecerán en la jornada matinal; todavía es impactante, dentro de que ya no es noticia.
Atraviesa el Unicaja un momento complicado también en lo físico. Una mayoría de jugadores tocados, consecuencia de esa ofuscación por estar en la Final Four. Barreiro arrastra una lesión muscular en los últimos días y será duda hasta última hora, y en el Unicaja no piensan forzar un ápice. Hay cierta preocupación con el estado de Alberto Díaz, sí o sí hay que recuperarle para la causa porque el capitán lleva un tiempo largo sin estar en plenitud. El resto son problemas menores, "cositas" como decía Ibon Navarro. A estas alturas tampoco es extraño, más en el caso de los malagueños, que arrancaron la temporada antes que el resto; camino de los diez meses y con un alto estrés de entrada. Los cuerpos están justos.
Más desahogado está el Lenovo Tenerife, tuvo semanas de mucho castigo durante marzo y abril, pero los de Vidorreta retomaron la armonía, extraño el estar superados por momentos ante el Hapoel, pegajoso y cabezón como el que más. Llegaban a Málaga en un momento brillante, al igual que ahora pese al traspié, con un triunfo por el tercer puesto que seguro habrá ayudado. Un bloque eterno, que sigue puliendo un juego con pocas fisuras, de memoria, y que obligará al Unicaja a controlar esas fases de estrés; expertos los canarios en que los partidos sean lineales, en evitar el bullicio. Comandados por Marcelinho, en uno de los mejores momentos de su carrera, esa conexión especial, única en la Liga, con Shermadini; y una plantilla muy completa, nutrida de excajistas. Jaime Fernández tendrá un nuevo juicio del Carpena, Abromaitis, Salin o Fitipaldo, que estuvo cerca de recalar en Los Guindos el pasado verano.
La onda alrededor del Unicaja sigue siendo positiva, igual que hace semanas, el estar en la posición actual era inimaginable. Decía Ibon Navarro que los equipos buenos se demuestran tras las derrotas duras; ya le ha llegado a su equipo y en un momento donde se deciden los títulos. Es una prueba para medir la resiliencia del equipo.
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