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El Unicaja sabe sufrir

  • Baja al fango en Burgos para sacar una victoria con una buena segunda mitad

  • El equipo sube al cuarto lugar

  • Las lesiones de Nedovic y Brooks, el lado oscuro

Saber sentarse a comer en la barra de un bar o en un restaurante de alta gama. Extrapolado al baloncesto, motivarse para derrotar al mejor equipo de Europa o para vencer en la pista de un debutante en la ACB. El Unicaja consiguió la dosis necesaria para ganar en Burgos (78-85). Quizá con un peaje importante, una lesión fea de Nedovic. Cayó mal tras anotar un triple, en el pie de Sebas Saiz, y se retiró entre gestos ostensibles de dolor por un esguince de tobillo. También se torció el suyo Brooks, algo más leve. Hasta ahora las lesiones están respetando bastante al Unicaja en comparación con otros equipos. Habrá que lidiar con ellas y optimizar a otros jugadores aunque pese perder durante unos partidos al líder.

Completó un inmaculado mes de enero el Unicaja, con cinco victorias en otros tantos partidos. Ha ganado a rivales difíciles y menos complicados en teoría. Venía el San Pablo Burgos de tres victorias seguidas tras las que abandonó la zona de descenso. Y es un equipo más competitivo y formado del que visitó en la primera jornada el Carpena. Pero el Unicaja supo sufrir y superar el dolor de piernas de la acumulación de partidos para escalar hasta la cuarta posición tras la derrota del Fuenlabrada. El reto es quedar lo más arriba posible para regresar a la Euroliga.

En este tiovivo de partidos y rotaciones es un buen síntoma que jugadores que descansan en el partido previo resuelvan en el siguiente. Sucedió con Salin ante el Gran Canaria después de no jugar contra el Milán y el Madrid. Ayer lo hizo Dani Díez tras vestirse de calle contra el Baskonia. El madrileño hizo su mejor partido de la temporada en Burgos, donde metió 14 puntos y cinco rebotes. Son detalles de la progresiva madurez del grupo, de entender que tras un descanso hay que dar un do de pecho mayor si cabe. Viene también bien como competencia interna para esa posiciones de dos y tres donde hay abundancia. Y donde puede haber más protagonismo en los próximos partidos por la lesión de Nedovic.

Shermadini comenzó un poco despistado tras partidos como dominador ante rivales de todo tipo y el equipo lo pagó. Plaza metió rápido a Augustine. Con Brooks, ambos frenaron el amago de escapada rival (17-12) al final del primer cuarto (19-18).

Nedovic reactivaba el encuentro. Ocho puntos y dos asistencias en un parpadeo para dar la mejor renta al Unicaja (28-32). Parecía algo pasota y frío cuando salió, pero rápidamente recordó que ese es su lenguaje corporal. Vega respondió con un matazo y Dani Díez aportaba nervio a un Unicaja cuyo balance defensivo era muy mejorable. Jenkins igualaba con tres tiros libres tras una falta de McCallum que en ningún caso era de tiro (41-41).

Salió con algo más de energía el Unicaja tras el descanso, la que le transfiere Alberto Díaz, clave aunque no descollara numéricamente. También con acierto, con triples de Salin y Wacynski. Augustine daba más seriedad a la defensa y una contra de Salin tras un robo lleno de coraje de Alberto daba ocho puntos de renta (49-57). El Unicaja acababa el cuarto con una buena noticia, que ganaba por 10 puntos (57-67) tras triples de Nedovic y Díez aunque con la mala noticia de la lesión del serbio. A la postre, la clave del partido estaría en este tercer cuarto.

El Unicaja conseguía salvar, no obstante, la papeleta. Encontró a Shermadini para anotar y pasar. Una conexión de McCallum mantenía los 10 puntos de renta (64-74), pero el San Pablo Burgos no se rendía. Sebas Saiz, un proyecto interesante ya atado por el Madrid, daba brío al equipo local. Encontraba el Unicaja pólvora en el triple, sendos de Dani Díez y McCallum, para aplacar el ánimo burgalés. Recortaba a cuatro puntos Barrera y Jenkins fallaba un triple para ponerse a uno. Respondía el Unicaja con alley hoop entre Salin y Augustine (76-82) y el partido se acabó con una buena gestión del tiempo del Unicaja, que se llevó un partido que le pone cuarto en la clasificación. Aunque también se fastidió Jeff Brooks en los instantes finales. Un precio caro.

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