Unicaja

Un águila de dos cabezas

  • Brooks y Suárez, la pareja de 'cuatros' del Unicaja, comparten sintonía dentro y fuera de la pista

  • El capitán rememora su título con el Madrid y su debut

  • "La defensa es la identidad", dice al americano

Patri y Benedetta son las parejas de Carlos Suárez (Madrid, 1986) y Jeff Brooks (Louisville, 1989). Entre ellas hay una buena amistad, no importa que sean competencia directa en la pista, que luchen por minutos. Hay compenetración, dentro y fuera de la pista, entre la pareja de cuatros del Unicaja. El capitán y el Samuel L. Jackson cajistas, hombres para todo. Para pelearse con gigantes, para cambiar en los bloqueos y quedarse con pequeños. Para anotar posteando, en suspensión o de tres. Ninguno es una estrella, pero son indispensables en el engranaje de este Unicaja que hoy sale al ruedo en el Gran Canaria Arena con la intención de sorprender al Real Madrid. Juntos posan divertidos en el Muelle Uno antes de embarcar rumbo a Las Palmas, precisamente la tierra de la pareja de Suárez. "Benedetta estudió español, le digo que hable en español con Patri para que siga teniendo el idioma. Es realmente bonito, es una de las cosas que tiene el baloncesto profesional que no siempre es posible, que tu familia esté cómoda. Claro, buscas el dinero, jugar para los mejores clubes... Pero no estás solo en la vida, tengo una pareja y un hijo y aquí están felices. Es muy importante para mí", relata un Brooks al que se puede ver pasear relajado por el Paseo Marítimo con su pequeño Jordan, que tiene 18 meses y apunta a ser bastante alto. "Nos llevamos genial, nuestras mujeres son amigas y eso ayuda. Es americano, pero diferente, muy extrovertido, siempre haciendo bromas y eso ayuda".

Suárez y Brooks comparten muchas horas al mes de enfrentamiento en cada entrenamiento, se exigen para prepararse ante los rivales, defendiéndose y atacándose. Cada uno valora las virtudes de sus compañeros. "Es una persona atlética, por encima de la media en Europa. Puede hacer muchas cosas, desde dentro y desde fuera, es muy versátil. Nos compenetramos bien, lo que da uno lo complementa el otro. Le costó adaptarse a esta liga, sufrió con el arbitraje, pero ya vimos cómo acabó la anterior campaña y cómo está en ésta. Está en un gran momento, creo que llegará bien a pesar de la lesión", dice Suárez. Brooks valora de su compañero su sabiduría para este deporte. "Me encanta jugar con él. Me ha enseñado mucho del juego del baloncesto, sobre todo el posicionamiento. Lo que más admiro de él es que siempre está en el lugar adecuado. No sé cómo lo hace, en las dos canastas. Defensivamente hace jugadas que no te explicas porque no es un tipo muy atlético, pero creo que es mezcla de intución y pasión. Intento aprender de él. Nos medimos cada día en el entrenamiento, siempre es un reto para mí. Sabe llegar en el momento justo, poner el cuerpo para que no llegues y él sí. Es consistente. Me encanta compartir minutos con él, creo que somos complementarios. No habla mucho inglés, hablamos baloncesto [risas]. Pelea con tipos más grandes, cuando estamos juntos nos sentimos bien, podemos compartir la bola, podemos poner buenos bloqueos. Pero tenemos ahí a James y Shermadini, que lo hacen genial".

Sus parejas, Patri y Benedetta, comparten también una buena amistad

Carlos Suárez ayudó a poner en órbita al dominante Real Madrid de ahora. Fue hace seis años, en la Copa del Rey de Barcelona, cuando el equipo blanco se convenció de que podía acabar con la prevalencia culé. Y hasta hoy así ha sido. "La primera Copa que jugué fue en 2005, en el Estudiantes, la que ganó el Unicaja. Debuté en Zaragoza contra el Madrid precisamente. Lo recuerdo perfectamente, me dijo Pepu Hernández por la mañana que jugaba de titular, tenía sólo 18 años", rememora Carlos Suárez, que tiene especial recuerdo de la edición de 2012: "Esta es la décima que juego, todas son diferentes y especiales. Conseguí un título y fue ante el máximo rival, en Barcelona, llevaba el Madrid casi 20 años sin ganarla. El Barcelona llevaba una tónica ganadora y empezó el ciclo ganador del Madrid, cogió ahí esa confianza para competir. Pienso que la clave es la continuidad, con un núcleo de españoles de alta calidad que te ayuda a jugar en la ACB y a tirar hacia delante. Carroll, por ejemplo, no es español pero también conoce toda la Liga. Y así es más fácil integrar al que viene en una cultura".

Brooks se enfrentó pronto al Real Madrid en su experiencia europea. "Jugué ya cuando estaba con Cantú con el Madrid y ahí comprendí la dimensión de la organización. Cada año tienen grandes jugadores, siempre son competitivos, siempre están ahí arriba. Sólo puedes respetarles, ves también la dimensión que tiene el fútbol y todo. Es el Madrid", dice con respeto Brooks, al tiempo que esboza las claves para ser competitivos hoy ante el conjunto blanco: "Cada partido pasa por nuestra defensa. Nuestra mayor fortaleza está atrás, es nuestra identidad. Somos agresivos, podemos cambiar en los bloqueos. Somos un equipo pegajoso, negamos, o lo intentamos, canastas fáciles, peleamos cada posesión. Tenemos que hacerles trabajar cada canasta. Evidentemente, son tan talentosos que meterán puntos, todos pueden anotar. Pero debemos negarles las canastas en transición, evitar que metan fácilmente. Si ellos empiezan a sentirse cómodos, adiós partido. Pero debemos estar ahí, se pueden ir de 10 o de 12 y no rendirnos. Mentalmente es duro enfrentarte a un equipo así, pero creo que estamos preparados".

"Nos ha tocado el rival más difícil, está claro, pero vamos sin miedo. Es una final, no podemos pensar más allá", insiste Carlos Suárez sobre la dificultad del rival: "El Madrid ha ganado las cuatro últimas copas, tenemos que competir hasta el final. Minimizando errores podemos tener opciones. Ayudaría que el Madrid no tenga el día, lo ideal sería bajar sus puntos pero cuando tienen el día pueden destrozar a cualquiera en Europa. Sabemos que tienen más talento que nosotros pero debemos tener más energía. También tenemos nuestras armas".

El italoamericano ahonda en las cualidades del juego interior blanco. "Para mí no son tan peligrosos por el talento que tienen, que es mucho, como por lo distintos que son y las maneras diferentes que tienen de hacerte daño. Por ejemplo, Randolph es un tirador extraordinario de tres, Thompkins hace de todo, Reyes es el mejor reboteador de Europa, Tavares es tan alto como el aro, Ayón corre como un alero... Lo principal es que todos son buenos y diferentes, tienen un juego impredecible. Para mí es un reto enorme jugar contra ellos, me motiva mucho, porque son grandes jugadores. Cualquiera tiene fuego en las manos para anotar pero también para hacer cosas diferentes. Hablamos del juego interior, pero el exterior es igual de peligroso...", analiza Brooks, mientras Suárez habla de Luka Doncic, un fenómeno de una dimensión superior del que oía hablar hace tiempo: "Le conocía de categorías inferiores, decían que era buenísimo, que había un chaval de Eslovenia que era increíble... Le vi jugar alguna vez, pero honestamente no pensaba que llegaría a este nivel tan pronto. Es lo que impresiona, lo rápido que va a llegar. Vamos a disfrutarle poco aquí, me temo".

Brooks intenta dimensionar lo que es la Copa, diferente a otro torneo: "En un torneo a un partido cualquier equipo puede ganar a otro. Vemos que la cenicienta puede ganar de 20 al favorito, lo hemos visto. Lo más importante es que cada noche hay un partido, no importa el oponente. Es el Madrid, hemos jugado varias veces, pero es diferente. Creo que va a ser un gran partido. Tenemos que jugar 40 minutos con una defensa, nuestra defensa, y atacar de manera inteligente. Es una gran oportunidad para crecer como equipo", dice, mientras recuerda su primera Copa, en Vitoria: "Fue bonito, creo que hay motivos para decir, como oigo, que es la mejor Copa en Europa. El pabellón vendido completo, aficiones distintas, mucho ambiente. Hay más intensidad porque hay mejores equipos que, por ejemplo, en Italia. Baskonia, Madrid y Barcelona, tres equipos de Euroliga; nosotros y Valencia, que nos unimos tras ganar la Eurocup y la Liga, el Tenerife ganó la Champions, el Gran Canaria siempre lo hace bien en la Eurocup... Digamos que el nivel es más alto. Hay tantos buenos equipos en una competición que es raro encontrarlo en otro punto de Europa. Hay mucho talento repartido y la atmósfera que hay te da pasión, intensidad. No hay nada más emotivo".

"Tenemos buen ritmo. Sin Nedo y yo el equipo ha jugado grandes partidos. Ganamos, perdimos por poco en Khimki, en Vitoria un gran primer tiempo... Todo el mundo da un paso adelante. Volvemos Nedo y yo y esperamos ayudar, pero vimos que nuestra baja no se nota. He entrenado bien en las últimas sesiones, defendiendo bien y haciendo cosas exigentes", tranquiliza Brooks sobre su estado físico y el del equipo. En Gran Canaria combate hoy el Unicaja con el Real Madrid. Si hay soldados fiables para la batalla, Brooks y Suárez encabezan la lista. Con ellos en pista se levantó la Eurocup en Valencia. Un águila de dos cabezas en el puesto de cuatro, navajas suizas multiusos para hacer frente al rey de la Copa.

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