Unicaja

Un capitán refinado

  • Carlos Suárez bajó siete kilos durante el verano con dieta y trabajo: "Me encuentro mucho mejor, más móvil"

Carlos Suárez, en el gimnasio del Carpena.

Carlos Suárez, en el gimnasio del Carpena. / unicaja b. fotopress

Es la sexta temporada en Málaga de Carlos Suárez, convertido en capitán del club en las dos últimas. Cara visible y reconocible, integra ese núcleo de jugadores nacionales que el Unicaja considera capital para vertebrar el proyecto. En plena madurez, con 32 años, ha pasado hambre y se ha esforzado físicamente este verano para perder los kilos que ganó cuando tuvo que cambiar su cuerpo para adaptarse a la posición de ala-pívot.

Visiblemente más fino, Suárez explicaba en el Hospital Quirón que "he perdido siete kilos, me encuentro mucho mejor, más móvil, quería cambiar mi cuerpo. Tengo 32 años, tengo que estar más delgado para rendir, mejorar y para jugar lo mejor posible", señalaba el capitán, que descartaba que ese cambio corporal se debiera a un regreso a su posición de juego original: "El debate del tres está acabado, si hace falta juego de tres o de cinco, pero están ocupadas las posiciones exteriores ya. El cambio lo tenía pensado desde mucho antes. Me costaba más perder ese peso durante el año, debía cambiar la alimentación y pasar más hambre. Cuando entrenas más cuesta más comer menos por el ejercicio físicos. Lo he cambiado, debo moldear más mi físico para cambiar a la hora de jugar".

Conozco a Luis Casimiro desde hace 10 años, es un técnico muy exigente

Como hombre experto, Suárez observa "un cambio de ciclo" tras la era Plaza en Málaga. No había conocido otro entrenador aquí Suárez, que dice que "los cinco años han sido positivos en el cómputo general, ganamos un título. Conozco a Luis desde hace 10 años cuando estaba en Estudiantes. Es muy exigente, es uno de los técnicos con más partidos en la historia de la ACB. Metió al Gran Canaria en Euroliga y esperemos que haga lo mismo en el Unicaja".

Sobre el juego que se podrá vislumbrar con el técnico manchego al mando, Suárez admite que "ahora mismo no lo sé, no empezamos aún. Pero a Luis le gusta correr, jugar contraataque, también con una defensiva agresiva como a Joan. Pero es hablar por hablar, ahora no sé cómo serán los entrenamientos. Espero que los primeros objetivos, estar en Copa y pasar de fase en la Eurocup, se cumplan".

Reflexionaba Suárez sobre su evolución en sus cinco años en Málaga, desde que llegara en 2013: "Cambiaron muchas cosas, veía una foto de mi presentación y se me veía con miedo y es que tenía miedo, era la primera vez que salía de mi casa. Pero fue la mejor decisión de mi vida, también por todo lo que aconteció en Siena, que era el equipo al que me iba. Por cómo me ha tratado la ciudad y el club, lo pongo al nivel de Madrid o Estudiantes. Son cinco años importantes".

Firmó hasta 2021 el de Aranjuez, pero hay una cláusula de corte el próximo verano. "Si pienso eso no vivo el momento y tengo que disfrutar el momento. Me compré una casa aquí cuando no pensaba ni de coña comprarme nada en Málaga, lo veía lejos de mi casa y ahora Málaga es mi casa. Estoy feliz con mi gente, amigos, el club me lo dio casi todo, muchísimo. Pero todo eso lo dicta la cancha, tengo que rendir para seguir".

Aunque Suárez parece fuera de los planes de Sergio Scariolo, valoró la situación de conflicto que existe con los internacionales para esta ventana de septiembre. "Los importantes, aparte de los aficionados, sin ellos no somos nadie, somos los jugadores. Estamos hartos de que no se nos escuche y se hagan cosas sin nuestro permiso. Esperemos que haya una solución, es una pretemporada atípica. Esperemos que nos afecte lo menos posible", decía con contundencia Suárez, que también valoraba el nuevo plantel: "El equipo es diferente, con gente experta y una mezcla de juventud. Wiltjer, Lessort y Jaime tienen muchas ganas de demostrar. Roberts tiene una carrera consolidada, es experto. Les ayudaremos a integrarse".

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