Unicaja

El ejemplo de Pete Mickeal para Gal Mekel

  • El jugador norteamericano sufrió el mismo problema que el israelí del Unicaja, un tromboembolismo pulmonar, que le tuvo varios meses fuera

Pete Mickeal, defendido por Abrines.

Pete Mickeal, defendido por Abrines. / Javier Albiñana

La Fundación del Corazón define el tromboembolismo pulmonar (TEP) como "la oclusión o taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar (vasos sanguíneos que llevan sangre pobre en oxígeno desde el corazón hasta los pulmones para oxigenarla) a causa de un émbolo o trombo que procede de otra parte del cuerpo". Es la dolencia que afecta a Gal Mekel, que deberá estar varios meses fuera de las canchas hasta que se recuperación se complete y pueda hacer el ejercicio de alta intensidad que requiere el baloncesto profesional.

Esta oclusión afecta principalmente a los pulmones y al corazón y las manifestaciones clínicas o síntomas más frecuentes, según la Fundación del Corazón, son "la disnea (sensación de falta de aire), el dolor torácico y el mareo o desvanecimiento aunque también puede aparecer fiebre y tos con sangre cuando se acompaña de un infarto pulmonar (una zona del pulmón se necrosa o muere como consecuencia de la falta de riego). Cuando el trombo es muy grande y obstruye la arteria pulmonar principal puede provocar incluso la muerte". Mekel, una vez fue detectado el positivo, en su familia también hubo más casos, quedó confinado en casa, pero empezó a preocuparse cuando vio que el simple hecho de subir tres escalones le dejaba exhausto. A raíz de ahí se le practicaron más pruebas y se le detectó esta dolencia.

Por ir a un caso parecido al de Gal Mekel y sus consecuencias en un jugador profesional, Pete Mickeal, que jugara varios años en ACB a gran nivel en Breogán, Baskonia, Barcelona o Murcia, fue diagnosticado de un primer tromboembolismo pulmonar en febrero de 2011, con 33 años. Pasó siete meses de baja y retomó el deporte jugando a buen nivel durante una temporada. Pero en marzo de 2013 tuvo que alejarse de la cancha por un segundo episodio del tromboembolismo pulmonar, que acabó su etapa en Barcelona. Volvería al baloncesto, casi un año después, en Murcia, donde también jugó durante varios meses.

El de Mickeal es un ejemplo de que la dolencia de Gal Mekel, que en marzo cumplirá 33 años, es seria y de que tendrá que esmerar su recuperación para regresar a competir al baloncesto a alto nivel. Afortunadamente, se detectó a tiempo un problema que, de no diagnosticarse a tiempo, puede causar problemas letales.

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