Mejoró con suficiencia el Unicaja sus prestaciones en el segundo día del Adidas Next Generation Tournament de Hospitalet, aunque no alcanzó para obrar la machada de colarse por la rendija que conducía a la final. Tras imponerse por la mañana al Asvel galo, sucumbieron los de Aurioles en la sesión vespertina ante el Barcelona. Un balance que dio para ser terceros del grupo B, por lo que cerrarán su participación en el prestigioso torneo con la lucha por el quinto puesto frente a la Virtus Bologna.

Existían dudas de la fiabilidad verde tras el resbalón el viernes ante el Promitheas Patras heleno. Quedó probado que aquello resultó ser un error puntual. Sacó coraje, pero sobre todo baloncesto el Unicaja para apurar las opciones ante el Asvel. Salió con más brío al inicio y dominaba con holgura (12-20). Carralero tomaba el mando, en el segundo cuarto dejó un mate espectacular a una mano, y Stilma le secundaba con garantías. En esas Aurioles le dio la alternativa a Javi Rodríguez, internacional aún en edad cadete y que viajó a la ciudad catalana al no ser convocado por Andalucía para el Nacional Autonómico. Estuvo en el listón. Despistes provocaban que la renta al descanso no fuese mayor (30-34).

1-2Balance. Quedó tercero de grupo el Unicaja, que venció a Asvel y cayó con Patras y Barcelona.

Tras los vestuarios Maledon y Cazalon, estrellas galas, cogieron las riendas y los cajistas comenzaron a sufrir. Asustaron con el 61-54, pero ahí los jóvenes malagueños demostraron carácter. Se repusieron para devolver el parcial, que culminarían con canasta y adicional de un corajudo Alessandro Scariolo (72-73). Cambiaba de manos el encuentro, hasta que a falta de un minuto dos triples -hasta ese momento el equipo sumaba un dantesco 0 de 14- de Tamba, sostén interior en los minutos de zozobra, y Carralero lo dejaron en su lado. El paleño sobresalió con 23 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 4 robos. Brillaron a su lado Stilma (16 puntos y 12 rebotes) y el cordobés Tamba (15 y 10).

Se ganaron los de Aurioles el derecho a obrar algo parecido a una heroicidad por la tarde. Tocaba sobreponerse al invicto Barcelona, el gran favorito de la cita. No hubo opción, o más bien fueron pocas. Tras un 15-15 inicial, el segundo cuarto resquebrajó las opciones -había que ganar por 16 puntos o más para salir vencedores de un hipotético empate-. Se llegó al descanso con 43-33 y ya nunca se estaría por encima. Sí cerca (64-58), pero Samanic -23 puntos y 18 rebotes- hacía acto de presencia. Un 87-82 digno, pero que no permitió la hombrada. Hoy, lucha por el quinto puesto ante Virtus Bologna.