Unicaja

Un ilustre espectador en casa

Carlos Cabezas, en el pabellón que lleva su nombre ayer.

Carlos Cabezas, en el pabellón que lleva su nombre ayer. / m. h.

Hubo un invitado ilustre en el pabellón que lleva su nombre. Allí estuvo Carlos Cabezas, en Marbella ahora tras otra experiencia en Sudamérica, la última en el Corrientes de Argentina. El base guarda buena amistad en los dos bandos que ayer se daban cita en el cierre de otra edición del Costa del Sol.

Cabezas tiene una relación estrecha con Felipe Reyes, fajada en las inferiores de la selección española. Ambos formaban parte de los juniors de oro y levantaron la Copa del Mundo en 2006 en Japón. El capitán blanco también suele pasar algún tramo de sus vacaciones en la provincia, lo que ayuda a que no se pierda el vínculo. También tiene buena relación con otros integrantes de la plantilla de Laso, como Sergio Llull.

De igual forma en el Unicaja, donde pasó cerca de una década y se hizo una institución en la época más gloriosa del club de Los Guindos. Fue entrenado por Luis Casimiro en Fuenlabrada. Con cuerda para seguir jugando, habrá que estar atento a su siguiente destino. "Me veo jugando con 40 años, amo el baloncesto y me mantiene activo", decía en una entrevista en este periódico este estío.

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