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En la lona

  • El Unicaja pierde en Sevilla en un partido en el que se encomendó al triple y no defendió nada

  • Milosavljevic tuvo el tiro para ganar el partido, pero el balón no entró y se perdió otra vez

Aún no ha acabado marzo y el Unicaja está en la lona, boquea. Emite síntomas de cansancio físico y psicológico. Ha perdido ocho de sus últimos 12 partidos, una victoria en cada tres encuentros. En Sevilla acrecentó las malas impresiones. Perdió ante el Betis (89-88) y la opción de ser cabeza de serie en los play off se va escapando. La mejor defensa de la competición durante dos tercios de temporada recibe 89 puntos del vicecolista. Es la media de las últimas semanas. Si no defiende es un equipo vulgar el malagueño. Es algo innegociable en la filosofía de Plaza. Si ello no ocurre, hace aguas. Ha competido estos partidos porque talento tiene, por más en ocasiones se haga ver lo contrario, este Unicaja. Pero no le vale para ganar.

Converge esta situación con otro de los males de esta temporada. Los finales apretados salen cruz en un porcentaje muy alto, demasiado. Cuando un fenómeno se repite con tanta frecuencia no se puede achacar a la suerte. Puede ocurrir una vez, pero no cabe el engaño cuando es una constante. Esta vez tuvo Milosavljevic un tiro abierto para ganar el partido, pero el serbio lo falló. Fue significativo que tanto Nedovic como Suárez no lanzaran con posiciones decentes de tiro para esos momentos de tensión. Igual el partido no se perdió ahí, sino en las cómodas entradas que realizaron Kelly y Schilb en los ataques anteriores. Un equipo que es élite defensiva en Europa no puede permitir que sus rivales entren hasta la cocina con el partido en el columpio.

41Triples. Récord absoluto de lanzamientos de tres en la historia del Unicaja

Tiene un déficit de colmillo, de capacidad de definición, este Unicaja, que en Sevilla se encomendó completamente al triple. El tope de lanzamientos de tres realizados, en mil y varios cientos de partidos jugados desde que tras los Juegos de Los Angeles'84 se instaurara la entonces línea de 6.25 metros, era de 37 en la historia del club malagueño. Ayer se elevó hasta 41, uno por minuto. Tiene dinamita y muñeca el Unicaja, es evidente. Pero el juego se debe mezclar para no hacerse previsible. No está Shermadini, el contrapeso, pero corresponde a Joan Plaza buscar otras fórmulas para equilibrar. La circulación de balón es más espesa y no se puede negar que el centro de gravedad se ha ido desplazando desde las cercanías del aro. Es tendencia en la NBA que equipos lancen con cierta frecuencia más de tres que de dos. No es capricho, el big data apunta a ello. Pero lanzar 41 triples es síntoma de pobreza de ideas salvo que el rival colapse de manera brutal la zona. No fue el caso.

El Unicaja no deja de competir, no obstante, en esta sima de la temporada. El equipo se hizo sólido de diciembre a febrero. Pero en marzo está tieso. No es abandono, desidia ni dejadez. Los mínimos de dignidad y profesionalidad los exhibe siempre el Unicaja. Las dinámicas recuerdan que el Baskonia se jugó la vida miércoles y viernes en Euroliga y ayer trituró al Fuenlabrada, que ganó el domingo en Málaga. No es el baloncesto una regla de tres, pero sí es indicativo de que la cabeza influye mucho, es capital. Las piernas también, el desgaste es alto. La cifra de partidos en marzo es la habitual en mayo. Pero los cuatro equipos de Euroliga están por delante en la ACB y en la competición europea sólo el Barcelona está por detrás.

Da idea de que la concentración no es buena que se repiten comienzos de partidos laxos, sin tensión. Otra vez perdía por 10 puntos a finales del primer cuarto (24-14) el Unicaja. Desde la línea de tres cimentó su remontada el Unicaja, que ponía en liza a Livio Jean-Charles. Buena primera impresión del francés, ágil y móvil. Anotó un tiro cercano, metió dos tiros libres e hizo un reverso tremendo acabado en un dos más uno. Sufrió algo para volver rápido tras las ayudas, pero es una pieza más para aportar, que no es poco en un momento de escasez de fuerzas. Amagó con escaparse el Unicaja (35-41), pero volvía el Betis (39-41) al descanso.

Tras el paso por los vestuarios subió su apuesta por el triple el Unicaja. Un gran porcentaje de sus puntos en este periodo fueron gracias a triples de Nedovic, Waczynski y Alberto Díaz. Pero vivir del triple lleva a morir de él a veces. Se olvidó de mezclar el juego y el Betis acabó tomando oxígeno cuando dejaron de entrar (65-65 tras 30 minutos). El bloqueo cajista, entregado al juego exterior, continuaba y el Betis tomaba seis puntos de renta (73-67). Falló Cruz un triple claro para extender la renta. Y otro Nelson. Y ello dio vida al Unicaja. Salin anotó un triple y Suárez un tiro libre (73-71). Nelson metió un triple tras rebote de ataque y repelía Alberto Díaz (76-74). El partido entró en una especie de locura, en la que los equipos anotaban de tres en tres básicamente. El pelirrojo anotaba cuatro triples, en este periodo. Volvía a ganar el Unicaja (79-80). Waczynski anotaba de tres de nuevo a 44 segundos (85-86). Se comió la defensa cajista dos canastas fáciles de Kelly y Schilb y a falta de 10 segundos le llegó el balón a Nedovic. Atacó el aro, reculó a mitad de zona, se la pasó a Suárez, con opción a tiro, y éste a Milosavljevic, que apenas había jugado cuatro minutos y que tuvo el tiro para ganar. Era una bombona de oxígeno. Pasó de largo.

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