El Unicaja enlazó ante el UCAM Murcia la sexta victoria en la Liga Endesa. El último partido perdido data del 30 de diciembre. Por el camino, el equipo ha ascendido desde el décimo lugar hasta el cuarto, empatado con el tercero y a sólo un triunfo del segundo. Entonces se dudaba de la presencia en la Copa del Rey. Hoy la pelea es por la segunda plaza tras el aparentemente inalcanzable Real Madrid. Vale este dato para ver la volatilidad de los estados de forma. Entonces ya había habido un repunte, con cuatro victorias seguidas en la Euroliga, pero las derrotas en Tenerife y Bilbao habían hecho daño a las aspiraciones de ACB.

Es ahora la competición liguera la que tiene el principal foco. Siguen habiendo escuetas opciones de Top 8 en la Euroliga, que pasan por ganar al menos siete de los nueve partidos que quedan (se alcanzaría así el anhelado 50%). No parecen realistas visto el calendario que queda, pero hay que seguir metidos en el torneo porque es el que ha permitido crecer al equipo compitiendo semana a semana con los mejores del continente. La pena es que el alto número de partidos que se han escapado por estrecho margen en los últimos segundos impiden una posición más alta y una pelea abierta por progresar en la competición más dura fuera de la NBA.

Pero es la ACB ahora el pan y la mantequilla para el Unicaja. El balance de 12-7 le hace estar a un triunfo del Valencia, avasallado por las lesiones pero competitivo en todos los frentes pese a ello. Y el partido del sábado en Vitoria es esencial. El Unicaja ha ganado en la primera vuelta a Valencia, Barcelona y Gran Canaria y ha perdido con Montakit, Tenerife y Baskonia, por nombrar a los rivales más cercanos en la tabla. También tiene ya las dos victorias frente al UCAM, décimo. En Vitoria hay un encuentro ante un rival directo, con el que se han perdido los tres partidos jugados esta temporada, por uno, dos y seis puntos, respectivamente. Dos de Euroliga y uno de ACB. Vencer por más de uno en el Buesa supone ganar el average, un buen arma contra un rival que apunta a directísimo.

Hay que remontarse a la primera temporada de Joan Plaza en el banquillo del Unicaja para contemplar una racha mejor de resultados. Entonces se enlazaron, del 30 de marzo al 10 de mayo de 2014, ocho triunfos seguidos en la Liga Endesa. Baskonia, Tenerife, Bilbao, Zaragoza, Obradoiro, Manresa, Valladolid y Fuenlabrada fueron las víctimas en aquel pico, que coincidió con el final del Top 16 de la Euroliga. Después ha habido varios tramos de cinco triunfos seguidos, sobre todo en la temporada siguiente (2014/15), la mejor por continuidad en el juego y seguramente por nivel de plantilla de Joan Plaza en Málaga. Pero los seis actuales en una competición no tienen antecedentes desde 2014.

El Unicaja tiene en la segunda vuelta el reto de pelear por esa segunda plaza que daría el factor cancha en las dos primeras rondas de play off. Y ganar, claro, la ventaja en la carrera por la plaza en la Euroliga. Valencia es el rival más directo, sin olvidar al Gran Canaria o el debido respeto por su primera vuelta al Montakit Fuenlabrada. Pero esa segunda plaza vale su peso en oro. Hay un detalle. Desde el partido del sábado en Vitoria no habrá otro de Liga Endesa hasta el 4 de marzo, con visita al Movistar Estudiantes. Por medio está la Copa del Rey y el parón por las ventanas de la selecciones.

De aquí al final de la ACB el Unicaja tiene ocho partidos en casa (Gipuzkoa, Fuenlabrada, Real Madrid, Tenerife, Barcelona, Bilbao, Zaragoza y Morabanc) y siete fuera (Baskonia, Movistar, Betis, Obradoiro, Valencia, Gran Canaria y Joventut). Cuanto más se extienda esta racha más se llenará el granero para esa pelea. De momento, es buen síntoma pasar de pelear por el octavo lugar a hacerlo por el segundo en sólo un mes.