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Con el pie a fondo

  • El equipo de Casimiro ofrece un arranque de garantías

  • Se impuso a dos rivales directos

  • Queda la sensación de que el techo está alto

Mathias Lessort realiza sin oposición un mate.

Mathias Lessort realiza sin oposición un mate. / marilú báez

El primer sprint lo pasó con nota el Unicaja. Preocupaba allá por septiembre después de una pretemporada atípica, pero el equipo compitió con firmeza. De hecho, se observa un techo más alto de lo que parecía. Un rendimiento fiable fundamentado con convincentes triunfos, desde los que se progresa mejor.

Un balance de 4-2 inicial, con sendos tropiezos en ACB y Eurocup. Quizá la derrota en Lituania sea el único lunar en este comienzo. Por el fondo, pero también por las formas. El desarrollo invitaba a triunfo, pero el conjunto de Casimiro se diluyó en un último cuarto mejorable. El resto, convenció bastante. Victorias sobre el Valencia Básket y el Gran Canaria, principales contendientes por el billete Euroliga. Además de salir airosos de Fuenlabrada, el cuadro cajista tuvo serias opciones de ganar al Real Madrid, equipo más en forma de Europa, en su pista. "Estamos cumpliendo los objetivos", decía con firmeza ayer Suárez.

Divierte este Unicaja, en comunión con la grada. Una filosofía diferente, de la que, por el momento, se obtienen réditos. Un juego veloz, aunque con raciocinio. De hecho, un dato da alcance de ello. El Unicaja es el segundo conjunto que menos balones pierde de la ACB, 10.5 por partido. Compartir el balón con esa solidez da múltiples ventajas.

Se amolda bien la plantilla también a esa norma de lanzar cuando exista tiro liberado. Como el Gran Canaria del curso pasado, el equipo es de lo que más lanza desde el perímetro en la liga. Hasta ahora, con mucho acierto. Un 41.7%, solo a la estela del Baskonia. Alberto Díaz y Jaime Fernández, ambos muy por encima del 50%, elevan un porcentaje destacable. No obstante, el cuadro de Casimiro dio muestras de poder sobrevivir cuando no tiene ese arma. Frente a los canarios hubo momentos donde Shermadini produjo con continuidad dentro de la zona. Wiltjer, especialmente, y Lessort también han dado pruebas de poder crearse sus tiros.

Queda, es lógico porque aún el conjunto se está gestando, dar pasos adelante en algunas facetas. La más importante, el rebote. Para poder imprimir esa velocidad en las transiciones el Unicaja debe dominar, o al menos no perder, la lucha por el rebote. Controló a los de Maldonado, feroces en aro contrario, lo cual es buen punto de partida. Hay mimbres en la plantilla para capturar con suficiencia.

Destaca también el rigor defensivo, medio alto para esta fase. Casimiro intenta cambiar el guion de los choques basando en tres pilares la función: Alberto, Suárez y Lessort. Los tres marcan un punto de intensidad alto, que bien pueden seguir otras piezas como Salin o Milosavljevic. El buen hacer atrás sostuvo en partidos como el del Madrid o abrió hueco ante el Fraport Skyliners. "Todo parte de atrás, poder correr y encontrar un tiro liberado. Parece que jugamos alegre, pero todo nace del sufrimiento atrás", apuntaba el base malagueño en Cope.

Esta salida con el pie a fondo también se cimenta en el buen ambiente que reina en el vestuario. Muchos jugadores del plantel verde lo reseñan públicamente con constancia y es lo que se palpa. Una química necesaria en la construcción de un equipo que, con seis jornadas en marcha, ilusiona.

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