Seguramente esté siendo una de las semanas más duras para el Unicaja. Escoció en Los Guindos el ridículo en La Fonteta, tanto que hubo reprimenda para el equipo a la vuelta. La sensación es que la temporada se marcha por el sumidero sin margen de maniobra. En Valencia hubo una baja de brazos alarmante que un club como el malagueño no puede permitirse. Por eso, si cabe, el partido (17:00 horas, Movistar Deportes) de esta tarde cobra una especial importancia. Teniendo en cuenta, por supuesto, que aún estar por asegurar la quinta plaza y por ende, el play off.

Está por ver cómo va a ser el reencuentro de la plantilla y el técnico con la grada, especialmente dolida y con pocos alicientes de aquí al final. Una buena oportunidad para cambiar de tendencia el viento, pero también para revertir una dinámica insostenible. Los de Luis Casimiro perdieron ocho de los últimos 12 encuentros. Por ahí se marcharon la Copa del Rey, la Eurocup y podría decirse que ser cabeza de serie en las eliminatorias por el título de la ACB también. Es decir, casi que el año. El plantel verde recibió una especie de ultimátum de la zona noble. O se reacciona ante Burgos y Estudiantes o pueden sucederse las primeras medidas de calado. Eso da alcance de lo complicado del momento que se vive.

El San Pablo Burgos tiene más argumentos que nombre. El Unicaja ya dobló la rodilla en tierras castellanas, lo que vale como aviso. Los de Diego Epifanio tienen atada virtualmente la permanencia, lo que les hace más peligrosos. Ya en pretemporada en Guadalajara se percibía un potencial que luego demostraron en la ACB. Hay efervescencia en Burgos por el baloncesto para un club que experimente un crecimiento sostenido. Se marchó su referencia, Deon Thompson, al Zalgiris, pero llegó Dominique Sutton, que fue rival malagueño con el Rytas Vilnius, que tuvo un fuerte impacto. A su lado hay jugadores interesantes como Huskic, Fitipaldo o Cancar, campeón de Europa con Eslovenia y en la agenda de varios conjuntos de nivel.

Hay pocos precedentes del partido. Los burgaleses sólo visitaron una vez el Carpena, el año pasado, en un triunfo muy contundente de los locales. Poco tiene que ver con el duelo de hoy. Lejos queda en el Unicaja la victoria balsámica con el Joventut, que parecía reverdecer el final de campaña. Lugo y Valencia asestaron dos puñales. Aún hay constantes vitales, pero hay muchas alarmas encendidas. Una alegría es necesaria para calmar las aguas, pero también para ir sellando un hueco entre los ocho primeros.