Regresa a la madera del Carpena el Unicaja, del que sobrevuela un aura de ilusión. Hay que hacer memoria para ver una comunión semejante, sin título mediante, entre equipo y afición. Un binomio que se retroalimenta y que lleva al club en volandas. Un parque de bolas que esta tarde visita el Tecnyconta Zaragoza (20:30 horas, Movistar Deportes 2), un rival de infausto recuerdo en la época reciente.

Está calando el estilo de Lus Casimiro en un conjunto que ha demostrado poder ganar en varios registros. Le gusta correr a toque de corneta, pero también sabe remar a contracorriente. Un plantel cuya lanza es el grupo, por más que la figura de Jaime Fernández, con un rendimiento excepcional, sobresalga. Un momento de bonanza que el club de Los Guindos aprovecha para llenar el granero –siete victorias en los últimos nueve partidos–, pero no para bajar la exigencia en esa línea de crecimiento cautivadora. “Había jugadores que dentro de la alegría de haber ganado estaban con un grado de disgusto por no haber dominado el rebote”, reconocía el técnico verde del sentir del vestuario tras el estimulante triunfo ante el Unics.

En ACB, el Unicaja enlaza dos triunfos que le han permitido abrir brecha con el Valencia Básket y el Herbalife Gran Canaria, a priori, principales contendientes por el billete Euroliga. Así sobrevive a la pérdida de Alberto Díaz, que no cree que pueda acortar plazos en su recuperación, en un lugar que ocupa en la lista el joven Pablo Sánchez, que hoy puede convertirse en el jugador más joven en vestir la camiseta malagueña en la historia de la entidad.

Ese amplio margen de mejora en los rechaces parece un imperativo ante el Tecnyconta Zaragoza, solvente bajo los tableros (36.8 rebotes por partido). Flojea en la protección de su aro (86 puntos encajados) y en el acierto desde el exterior (28%). Un club que le gusta jugar en el Carpena, arañó seis triunfos en las últimas siete visitas, pero que empezó regular la Liga Endesa. Un balance de 2-3 en un inicio donde ya picó ficha en el Palau Blaugrana y el Buesa Arena. Para la sexta jornada, otra plaza grande.

El entrenador cajista vuelve a meter en la convocatoria al junior Pablo Sánchez

Fisac, tras su admirable campaña en Guipúzcoa, arriba a Zaragoza, donde buscan la estabilidad tras varios coqueteos con la LEB. El segoviano trata de ensamblar un equipo renovado profundamente. Resisten Jonathan Barreiro y Carlos Alocén, que rechazó ofertas de la Universidad de Gonzaga, donde de formaron Domas Sabonis, que crece a pasos agigantados en la NBA, y Wiltjer. Una oleada de incorporaciones donde mezclan la veteranía (Seibutis, Fran Vázquez, Nacho Martín o McCalebb) con la juventud. Además, algunas apuestas que aterrizan en la ACB como Justiz, Berhanemeskel u Okoye, que no viajó a Málaga.

Un oponente que aún está soldándose, pero que busca una inyección de confianza de este calibre. Una seguridad que por ahora exhibe el Unicaja, del que hay apetito de ver de nuevo en el parqué.