Se asoma junio y llega el momento de la verdad en la ACB. Ahí está el Unicaja, por sexta vez consecutiva. El club de Los Guindos olvida épocas grises pasadas y vuelve a colarse entre los mejores con continuidad. La ambición es ir un paso más allá. El play off asoma en buen momento para el equipo malagueño, que lo tiene como principal asidero para darle maquillaje a la temporada. Esta plantilla, que dejó grandes momentos de baloncesto y demostró tener un techo alto, aún le falta un golpe en la mesa en un día de verdad. Tuvo una gran noche en Berlín, pero luego la empañó. No compitió en la Copa del Rey en Madrid. Aún hay una bala en la recámara.

Espera el Valencia Básket, la otra cara de la moneda. Los taronjas reabrieron sus vitrinas con una nueva Eurocup, lo que les garantiza la presencia en la Euroliga la campaña siguiente. A nivel deportivo y económico es un salto importante a nivel de club. Seguirá teniendo a rebufo al Unicaja. Los de Jaume Ponsarnau llegan a esta eliminatoria con los bolsillos descargados de presión, lo que les hace doblemente peligrosos. No hay presión, la temporada ya es de nota.

El estado de confianza de los taronjas es alto. Hay un dato que ayuda a calibrarlo. El Valencia ganó nueve de los últimos 11 partidos, que incluyen victorias sobre el Barcelona en el Palau y el Baskonia. Cuenta con un fondo de armario amplio, los 12 jugadores son importantes, y sus pilares están a pleno rendimiento. Se habla del poderío interior de Will Thomas y Bojan Dubljevic, pero en el perímetro están Diot, Van Rossom o San Emeterio, la guardia pretoriana naranja.

Ponsarnau tiene la baja de Matt Thomas, la metralleta exterior. El estadounidense pasó recientemente por el quirófano y será una amenaza menos. Si estará el que sería su antídoto natural, Sasu Salin, que llega no obstante en sus mejores condiciones. Resiste entre los 12 Rubén Guerrero, que ocupa el lugar el lugar de Viny Okouo. Parece llegada a su fin la etapa del canterano congoleño en el Unicaja.

La Fonteta es buen escenario para que los de Luis Casimiro reafirmen la interesante línea ascendente que exploran. Hay una importante lacra ya casi histórica a domicilio, cuenta nueve años, con 15 derrotas consecutivas a domicilio en las eliminatorias por el título. La bandeja de Zabian Dowdell es el último clavo al que agarrarse. Hoy en la ciudad del Turia se escribe un nuevo capítulo. Allí llega el Unicaja, con mucho que decir en este principio del fin en la ACB.