Unicaja

Rubén Guerrero y un secreto del vestuario

  • "Te lo puede decir cualquiera, soy el que más come del equipo", asegura el pívot marbellí

Rubén Guerrero intenta poner un tapón.

Rubén Guerrero intenta poner un tapón. / acb photo

Cuando el Unicaja rompió el partido en Badalona en la pista estaba Rubén Guerrero. El marbellí tuvo acciones brillantes en defensa y ofreció puntos, acabó con 11, en las cercanías del aro. Tiene menos impacto que hace unas semanas, pero ya está asentado dentro de la rotación. Por ejemplo, está muy por delante de Elegar. 

"Bastante contento de haber rendido un poco mejor. No tenía expectativas de minutos y rendimiento y sólo con ganas de ayudar al equipo. Quería demostrar que puedo ayudar pese a ser mi primer año y darle la confianza a Casimiro y mis compañeros", decía el malagueño en la entrevista que viene haciendo Movistar+ en el calentamiento desde la Copa del Rey, mientras se alegraba por su llegada a la selección española: "Un poco de repente. No lo tenía en mente, quizá el haber empezado a jugar mejor antes de las ventanas. Ha coincidido un buen momento mío justo antes de la selección. Muy contento de que el esfuerzo haya dado esos frutos". 

Un formato que suele acercar a los protagonistas a la afición y que deja momentos curiosos. No fue una excepción con Rubén Guerrero, que desveló un secreto del vestuario cajista. "Te lo puede decir cualquiera, soy el que más come del equipo. Es lo que tiene, si quiero mantenerme así tengo que comer lo mismo que comía allí y hacer las mismas pesas", aseguraba el interior, que comentaba cómo fue ese cambio físico en Estados Unidos: "Allí le dan mucha importancia al físico y a las pesas. Nada más llegar me pusieron a comer como un animal y a levantar pesas prácticamente todos los días. A los dos años me cambió el cuerpo y me puse más grande y allí me ayudó mucho jugar con estos kilos de más. Aquí también me está ayudando". 

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