Unicaja Baloncesto

Boatright, 54 días después

  • El club activa su ficha y vuelve a estar disponible para Casimiro casi dos meses más tarde

Ryan Boatright, en un entrenamiento.

Ryan Boatright, en un entrenamiento. / javier albiñana

Ryan Boatright será uno de los 12 jugadores del Unicaja disponibles para medirse al Montakit Fuenlabrada. El base vuelve a contar para Luis Casimiro ya que el club activó su ficha en la ACB para completar la convocatoria por las lesiones de Dani Díez y Carlos Suárez. Cuando parecía que tenía la puerta cerrada, 54 días después, el de Illinois regresa a escena.

El americano jugó su último partido en Las Palmas, donde se produjo un esguince en el tobillo izquierdo. Parecía leve, pero no remitían las molestias, que le hicieron perderse algunos partidos. Una lesión que confluyó con la reaparición de Alberto, cuya ausencia vino a cubrir en enero, lo que le cerró la puerta. Desde entonces estuvo fuera siete encuentros.

Casi dos meses entrenando con el equipo, pero sin competir. La realidad es que no convenció a Casimiro cuando el entrenador le dio una oportunidad. De hecho, el manchego le señaló, no lo hizo con otro jugador en esta temporada, tras la eliminación de la Eurocup en Berlín. No ha sido un tiempo tampoco sencillo para Boatright que llegó a Málaga para darle un nuevo impulso a su carrera después de salir de la G-League. De hecho, la situación incluso hizo que cambiara de agente. Ambas partes estaban abiertas a llegar a un acuerdo, pero al exterior aún no le salió un ofrecimiento.

Le costó al '1' verde entrar de repente en una plantilla con los roles establecidos. El estadounidense ha brillado en sus equipos cuando ha tenido galones para asumir protagonismo, un papel opuesto al que se le pedía en el Unicaja, donde salía como agitador y debía producir en espacios cortos de tiempo. "Necesita balón y no sé si puede ser un jugador de 15-20 minutos, con nosotros jugaba 27-28 minutos por partido. Cómo se va a adaptar un rol diferente es una incógnita. Pero puede ser muy bueno, tiene todo para ser un gran jugador", decía a este periódico recién producido su incorporación Veljko Mrsic, leyenda cajista que lo entrenó en el Cedevita, donde descolló.

Boatright no consiguió trasladar esa versión diferencial a un contexto más exigente como el del equipo malagueño, asunto que también está en el debe de Casimiro. Hasta hoy, el americano jugó 15 duelos donde promedió algo menos de 14 minutos. En ese tiempo promedió 6.9 puntos (50% en tiros de dos, 38% en triples y 87% en tiros libres), 1.1 rebotes y 2.7 asistencias para 6.5 de valoración. Dejó grata impresión en sus primeros partidos, donde demostró que tiene puntos en las manos, pero también una buena visión de juego. En el Palau, plaza grande, se acercó a la veintena y no desentonó en escenario de primer nivel. Le penalizó su rendimiento atrás. Las lesiones le ofrecen una bala extra con la que no se contaba. Tiene argumentos para ofrecer esa marcha extra que el equipo anhela en muchas ocasiones. Un jugador con talento, también con taras, que sería útil en este final de temporada si se le encuentra el contexto para que saque el baloncesto que demostró tener. 

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