Santa María de la Victoria comenzó en la tarde de ayer una nueva etapa en el 150 aniversario de patronazgo de la diócesis y 75 desde su coronación canónica. La corporación realizó el traslado hasta el interior de la Santa Iglesia Catedral, donde permanecerá hasta el 2 de junio, víspera de la procesión del Corpus Christi, para presidir las peregrinaciones y la magna del 26 de mayo. Tras partir desde el interior de su Basílica, la Virgen de la Victoria transitó por su barrio visitando algunas de las casas hermandad de su entorno. Las representaciones de las cofradías del Amor y Humildad estuvieron presentes a pie de calle en torno al Santuario, mientras que Monte Calvario lanzó una primera petalada en su sede. Rocío, por su parte, alfombró con romero y lanzó aleluyas, además de adornar la calle Lagunillas al paso de la Virgen.

El desprendimiento de un balcón en Cobertizo del Conde obligó a detener el cortejo hasta que los Bomberos precintaron la zona. La asociación Cofrades Malagueños y el bordador Sebastián Marchante lanzaron una petalada en este entorno para que la Virgen accediese al centro. El trono estuvo exornado con faroles de la cofradía de Salutación y ángeles del Huerto, así como una media luna que pertenece a la Virgen del Socorro de Antequera.