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El arte como herramienta terapéutica

  • El Caminante comienza mañana sus XIII Jornadas de Arteterapia Gestalt con una exposición denominada 'Las huellas de mi vida', en la que se podrán contemplar las obras de fin de estudios de los alumnos

Obras de los alumnos.

Obras de los alumnos. / M.H.

Pintar un lienzo, esculpir una escultura o la elaboración de una imagen fotográfica no solo son ejemplos de expresión artística, sino también una herramienta para poder realizar terapias psicológicas. Ésa es la mentalidad que ha caracterizado a El Caminante desde su fundación en el año 2000; con la colaboración de psicólogos, profesores, psiquiatras y educadores sociales, que hacen posible la puesta en marcha de las Jornadas de Arteterapia Gestalt. Esta edición contará con la exposición Las huellas de mi vida, en la que se podrá contemplar las obras de fin de estudios de los estudiantes en formación en esta disciplina.

La apertura de estas jornadas contará con una degustación gratuita esta tarde en la sede del centro, situada en la calle Armengual de la Mota. La exposición no se podrá contemplar hasta mañana, a las 21:00 y estará precedida de las ponencias de la undécima promoción y la entrega de títulos en el Centro de Arte Contemporáneo.

No han sido pocos los alumnos que aún guardan un grato recuerdo de su experiencia por El Caminante. Una de ellas es Inma Mansilla. Para ella, la arteterapia "ha sido un regalo porque como se trabaja desde el proceso personal, todas las herramientas que yo tengo ahora para poner en práctica". Además, Mansilla también destaca que esta experiencia le ha supuesto "un crecimiento enorme en mis capacidades creativas, en mis posibilidades de ver posibilidades a mis problemas, a abrir mis perspectivas y también a aumentar mis sensibilidad hacia las cuestiones artísticas".

Desde sus inicios, este centro ha tenido como prioridad el uso de esta disciplina como un instrumento para intervenir dentro del campo personal, enfocado siempre desde el punto de vista humanista.

Carmen Zamorano, gestora de eventos y arteterapeuta, explica que la arteterapia se diferencia principalmente de otras técnicas psicoterapeutas en que se trabaja "con la palabra y la técnica artística". De este modo, cita como ejemplo de una familia. "Si un niño pinta a su familia cogida de la mano, se ve que está feliz; pero si en lugar de eso, los coloca distanciados, probablemente no lo esté".

Esto, lo argumenta Zamorano, se debe porque "el cerebro tiene la parte lógica y la parte creativa". Así, desde el centro aseguran que este tipo de terapias pretenden hacer visible un lenguaje que el paciente no puede controlar. Por otra parte, incrementa u origina un recurso que se instala en la persona, la creatividad, facilitándole así su día a día y reduciendo la desdramatización de las situaciones cotidianas.

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