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La compleja restauración del marqués

  • El conjunto escultórico de Benlliure pasará tres meses de revisión para ponerlo a punto para la nueva ubicación en la Alameda

  • La estatua de Larios se trasladará en octubre

Por primera vez desde 1951, el marqués de Larios dejará temporalmente de vigilar la Alameda Principal y la calle a la que da nombre. Su estatua y el conjunto de esculturas que lo acompañan se someterán a una restauración en los talleres de Chapitel en Antequera que corrija los desperfectos ocasionados por el paso del tiempo y los humos de los vehículos del parking de plaza de la Marina que afectan de lleno en la ubicación actual. En aquel año de mediados de siglo XX, la estatua del marqués fue restaurado en el taller de su escultor, Mariano Benlliure, tras ser derribada, arrastrada por las calles y abandonada en el fondo de la dársena del puerto de Málaga, por vándalos durante los años de la Segunda República. En octubre de este año dejará su pedestal de una manera mucho más respetuosa y ordenada para volver tres meses más tarde -si los tiempos cuadran- y dar la bienvenida a una Alameda peatonalizada.

Ayer jueves se trasladó la primera pieza al taller de Antequera: Alegoría del trabajo, situada de cara al paseo del Parque. Al igual que la estatua del marqués, es de bronce y refleja desperfectos surgidos de aquellos actos vandálicos y de los avatares del tiempo. Como curiosidad, esta escultura llegó a presidir el pedestal donde se encuentra actualmente Larios. Según aseguró Rafael Ruiz, restaurador y gerente de Chapitel, "está bastante deteriorada", detallando que tiene una serie de grietas en el brazo y el pico del escardillo lo tiene partido. Así, en el taller se le realizará a partir de la semana que viene un proceso de restauración y limpieza íntegra: limpieza, tratamiento de corrosiones, tratamiento de grietas y realizarle una protección para cuando esté colocada la pieza.

En paralelo al tratamiento de la escultura de bronce, la empresa empieza hoy los trabajos para trasladar la base de piedra del conjunto monumental, realizando una especie de armazón metálico que permitirá moverlo al completo. Una vez esté lista la estructura, que llevará en torno a un mes de trabajo, se procederá a trasladar de la figura del marqués al taller de Antequera y mover la base a su ubicación definitiva. Ayer realizaron las primeras mediciones de la figura de Larios, y permanecerá en su sitio hasta octubre.

Al tiempo que los reparadores hacen su magia para dejar impoluta ambas esculturas de bronce (el marqués y la Alegoría del trabajo), comenzará el tratamiento de toda la base de piedra. Aquí se incluye la restauración de la tercera figura: la caridad, esculpida en mármol de Carraca. El niño que está integrado en esta escultura ha perdido un brazo, algunos dedos y la corona de laureles que entregaba hacia Larios. Según precisó Ruiz, la restauración propone reintegrar todas estas piezas originales que carece en la actualidad.

Todos estos procesos, paralelos entre sí, tendrán una duración aproximada de tres meses. Será entonces cuando el marqués y la alegoría regresarán al pedestal del conjunto arquitectónico situado en la entrada de la calle Larios. Queda por conocer hacia dónde acabará mirando el aristócrata.

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