Entre bambalinas

Sin olvidar a Cuaresma y Carnal

La exposición El disfraz, en la Casa del Carnaval.

La exposición El disfraz, en la Casa del Carnaval. / M. G.

Escondido entre el lugar recóndito que ocultan los cortinajes de un teatro o tras los exornos cultuales de las hermandades malagueñas nace este nuevo espacio. Apenas un lugar donde poder dar a conocer algunas de las muchas iniciativas que pueblan la ciudad en dos universos, los de Doña Cuaresma y Don Carnal, que tanto interés suscitan a lo largo del año. Sirva esta breve nota como bienvenida a ustedes, que se disponen a leerla.

Los horarios, otra vez

Los horarios e itinerarios de Semana Santa comienzan a vislumbrarse para la penúltima edición antes del centenario de la Agrupación de Cofradías. Domingo de Ramos y Martes Santo ya han firmado y la situación del resto de jornadas está en vías de solución. Mientras la mañana se llenará de niños con palmas, la tarde se soluciona con una permuta de posiciones que llevará a la Salud de nuevo a la noche y dejará a Lágrimas y Favores la apertura del horario vespertino. Por su parte, la hermandad de la Estrella volverá a ocupar el cuarto lugar en su jornada tras un año cerrando el Martes Santo. Nadie dijo que configurar el nuevo recorrido oficial fuese fácil, y la disposición de las hermandades parece avanzar en el buen sentido.

Subasta benéfica

Se acerca la Navidad adelantada por el ayuntamiento y las cofradías comienzan a mover sus actos benéficos. Pollinica retomará, tras un año de ausencia, la subasta de cuadros y joyas que antaño realizase Fernando Joyeros y que, en esta ocasión, contará con el apoyo de dicho negocio. Firmas como Antonio Montiel, Salvador Oliver o Eugenio Chicano forman parte del selecto catálogo de obras que, con fines solidarios, se venderán al mejor postor en el hotel AC Málaga Palacio el próximo viernes 22 de noviembre a partir de las 21:00.

Eterno padre Gámez

No se puede entender a la hermandad del Monte Calvario sin la figura de Manuel Gámez ni al sacerdote sin la corporación victoriana. Un mes después de su muerte, sus restos descansan en el interior de la pequeña ermita, a los pies del presbiterio en el que celebró misa tantas veces. Los hermanos de esta cofradía inscribieron su lápida con el latinismo “Introibo ad altare Dei”, que quiere decir “Entraré al altar de Dios”.

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