La Fundación Unicaja ha renovado su acuerdo con la Asociación Altamar para combatir la exclusión social en los barrios de La Trinidad y El Perchel a través de la educación integral de los usuarios.

Ambas instituciones también atenderán las necesidades básicas de los niños y jóvenes de la zona, ofreciéndoles recursos fundamentales como comida, materiales escolares, productos de higiene tanto personal, como del hogar y gafas, entre otros.

La renovación de este acuerdo se ha formalizado en una visita a la sede de la organización de la responsable de Solidaridad Social y Educación de la Fundación Unicaja, Ana Cabrera, en la que ha estado acompañada de Victoria Marín, pedagoga de Altamar.

Gracias a este convenio, Altamar podrá continuar con su labor llevando a cabo sus proyectos que tienen como objetivo favorecer la inclusión social ofreciendo una alternativa de futuro mejor a los niños y jóvenes de la zona. Para ello, trabaja con niños de 6 a 17 años de la zona y sus familias, que se encuentran en situación de desventaja debido a las diversas realidades que viven en su entorno que pueden desembocar en riesgo de exclusión social.

Estos factores, han indicado desde la Fundación Unicaja a través de un comunicado, provocan el incremento de posibilidad de fracaso y absentismo escolar, así como graves problemas conductuales y emocionales. Con el fin de paliar esta problemática, la organización trabaja con los menores con programas basados en educación no formal, aportándoles valores y mejorando su situación académica con apoyo personalizado para cada caso.

Este proyecto se realiza de lunes a jueves por la tarde dividiendo los niños por grupos de edad. En este ambiente, los usuarios aprenden a convivir en el respeto, el valor del esfuerzo, el compañerismo, la generosidad y la paciencia, mientras están alejados de un entorno nocivo.

Implicación familiar

De igual manera, se implica a los padres de los menores en el proceso educativo favoreciendo, a través de tutorías con la pedagoga del centro donde se establecen pautas de actuación en casa para poner en marcha un proyecto de vida familiar adecuado.

Asimismo, Fundación Unicaja se une a Altamar en su impulso por inculcar hábitos saludables a través de la formación gracias a sesiones dirigidas a niños y padres sobre descanso saludable e higiene, adicciones, primeros auxilios, ejercicio físico, etcétera, así como talleres mensuales de cocina sana y todo lo relacionado con la alimentación como planificación de menús o la lista de la compra a partir de los mismos.

El centro, con sede en La Trinidad, cuenta con una pedagoga responsable de los programas

Otro punto clave, han añadido, es el papel del voluntariado, que transmite valores y permite a la institución dar una atención individualizada a los beneficiarios, a la vez que contribuye a la sociedad sobre la precariedad que sufren personas en su entorno cercano, fomentando la concienciación e implicación para mejorar esta realidad.

Para desarrollar todas estas actividades el centro, con sede en el barrio de La Trinidad, cuenta con una pedagoga que es la responsable ejecutiva de los programas, dirige el trabajo de los monitores y voluntarios que desempeñan su labor con los menores y está en contacto con los servicios sociales y los centros educativos, para realizar proyectos personalizados para cada menor y sus familias.

Esta iniciativa se enmarca dentro de una de las líneas estratégicas prioritarias de la Fundación Unicaja que tiene por objetivo apoyar actividades que contribuyan a mejorar la vida de las personas en situaciones de vulnerabilidad, con especial atención a la infancia, construyendo una sociedad más igualitaria e integradora.