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Málaga recibe a los niños bielorrusos afectados por Chernobyl que pasan el verano con familias

  • Se trata de un grupo de 25 menores, procedentes de zonas contaminadas por el desastre nuclear, que estarán dos meses en la provincia

Grupo de menores bielorrusos que pasarán el verano en Málaga.

Grupo de menores bielorrusos que pasarán el verano en Málaga. / M. H.

El alcalde de la capital malagueña, Francisco de la Torre, ha recibido este viernes en el Ayuntamiento a un grupo de 25 niños bielorrusos afectados por Chernobyl que pasarán el verano en Málaga con familias de diferentes localidades de toda la provincia, que los acogen durante dos meses.

Estos menores proceden de zonas contaminadas por el desastre nuclear de Chernobyl y han viajado a Málaga de la mano de la asociación La sonrisa de un niño. Dicha organización, junto con la Fundación Benéfica Medicinas y Chernobyl, hace posible que estos menores puedan estar durante un periodo de dos meses en la provincia.

Estos niños bielorrusos proceden de la región de Rechissa y Gomel, situada en el sur de la República de Belarús. Esta es la zona más contaminada del país, ya que se encuentra en un radio de 50 a 80 kilómetros en torno a Chernobyl.

La explosión del reactor número cuatro de la central nuclear de Chernobyl, ocurrida el 26 de abril de 1986, sumió a la población cercana en unas condiciones sociales, ambientales y sanitarias muy graves. Se estima que sus consecuencias son 200 veces más graves que las originadas por las bombas atómicas lanzadas en Hirosima y Nagasaki.

Desde que nacieron estos menores, unos 600.000, reciben una cantidad de radioactividad muy por encima de lo que sus cuerpos pueden resistir. Durante su estancia en Málaga, estos niños, que aún hoy en día siguen siendo víctimas de las radiaciones, evitan vivir durante un par de meses en un hábitat contaminado, tal y como han recordado desde el Ayuntamiento de la capital.

De ese modo, regresan a su país con unos niveles de radionucleidos más bajos en su organismo y con las defensas orgánicas lo suficientemente altas como para poder afrontar un año más las adversidades ambientales que sufren en sus hogares.

Las familias que les acogen durante su estancia en nuestra provincia son las encargadas de sufragar los gastos derivados del alojamiento, manutención y atención integral de los menores. La financiación de los viajes se sufraga, en parte, con la venta de loterías, huchas solidarias y participación en verbenas populares.

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