Según el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, si una empresa de fuera de la provincia quiere asegurarse el éxito en Málaga debe seguir cuatro pasos: unir su nombre a la Feria de Málaga, al Málaga CF, al Club Baloncesto Unicaja y poner en sus productos el sello Sabor a Málaga. De ese test de raza malagueña tan particular, la fábrica de cerveza Mahou San Miguel había seguido tres de los cuatro pasos. Hasta ayer, día en el que la marca se unió a la iniciativa de promoción de la provincia más importante.

Próximamente, algunos de los formatos más populares de San Miguel, en concreto los botellines retornables de un tercio y un quinto de litro, lucirán un etiquetado creado con el sello de Sabor a Málaga. Para el director del Centro de Producción de Mahou San Miguel en Málaga, José Manuel Huesa, llevar el distintivo era algo que llegaría tarde o temprano: "Era inevitable que una empresa industrial que genera la cantidad de actividad económica, social y cultural que genera en la provincia no estuviera en Sabor a Málaga".

Para Huesa, esta decisión refrenda el compromiso de San Miguel con Málaga, "un compromiso industrial de generación de riqueza, de empleo y de crecimiento continuo", añadió el director de la fábrica. Además, está convencido en que la compañía cervecera seguirá comprometida con las actividades lúdicas y deportivas que se propongan en Málaga y se enorgulleció de que "la vinculación entre los malagueños y la marca sea cada vez más estrecha".

Sin embargo, es en términos de producción donde Huesa puede sacar pecho. En los primeros años tras su fundación, la fábrica comenzó envasando en torno a 100.000 hectolitros por año y el último ejercicio lo cerró produciendo 1,7 millones. Además, el responsable se mostró satisfecho por la sostenibilidad de la producción: "Tenemos los máximos reconocimientos de la Comisión Europea en producción sostenible, y Bruselas nos dio un premio en 2010 en relación a la reducción de ratios industriales compitiendo con empresas del continente".

El sello Sabor a Málaga tiene como principal objetivo unificar bajo una imagen global los productos de calidad de la provincia. Las empresas que componen la marca promocional son en su mayoría pequeños productores que se ven beneficiados por adquirir el compromiso con Sabor a Málaga Según Bendodo, hasta en "un 80% de los casos aumentan sus ventas, en un 85% aumentan su plantilla y en el 75% de los casos han conseguido externalizar e internacionalizar sus productos".

La idea, como rememoró Bendodo, partió en 2011 a raíz de una visita a una cooperativa de aceitunas en Álora. "Allí coincidimos con los trabajadores que sería buena idea hacer algo para poner en valor los productos malagueños. Y desde entonces son ya más de 700 empresas malagueñas que fundamentalmente se sienten orgullosas de ser malagueños y poner el sello de málaga en todos sus productos".

El presidente de la Diputación arengó también a los empresarios de Málaga a apostar por los productos locales, de tal manera que permita una sinergia positiva de crecimiento en la provincia: "Invito a los empresarios a que adquieran productos malagueños, lo que no significa que tengan que rechazar lo de fuera, pero lo que se produce en la provincia generalmente es mejor y más barato".

Bendodo cree que el sector agroalimentario tiene que ser uno de los que ayude a diversificar la economía malagueña, en vista de que turismo se encuentra ya en su cénit: "Son ya 12 millones de turistas los que vienen, así que tiene que ser otro sector, el agroalimentario, el que empiece a despuntar". Las condiciones se dan para un sector que representa ya más de la mitad de las exportaciones de la provincia.