Instagram marca las reglas del juego, y es que todo lo que un influencer muestre en su cuenta de esta red social provoca, vehementemente, un efecto rebote en la sociedad. A esto se le suma el fervor por los unicornios y el postureo, y que con la llegada del calor se ha creado un cóctel con forma de hinchable XXL. El verano pasado las redes sociales y las piscinas se inundaron de colchonetas gigantes con formas extravagantes. Atrás quedaron los donuts o las clásicas que llevan años en el mercado. Ahora, eran los unicornios y los flamencos los que le plantaban cara al cocodrilo y al tiburón. Las empresas de hinchables, al ver entusiasmo que provocó en la gente, se pusieron manos a la obra para sorprender al usuario en el verano de 2018. Y así ha sido.

El flamenco y el unicornio XXL han seguido pisando fuerte, pero el abanico de posibilidades este año se ha ampliado. Este verano ha llovido a gusto de todos los amantes de estos gigantes de aire y de todos los bolsillos. Naves de Star Wars, porciones de pizza, anillos, bolsa de patatas fritas, helados, diversas frutas y hasta un toro mecánico, que traslada la diversión de la feria a la piscina.

Las fiestas en la piscina se han llenado de colchonetas novedosas y extravagantes enormes, pero también las hay en miniatura, para que las bebidas no pierdan glamour y, además, porque al aguantar una lata encima de un hinchable, se corre el riesgo de que se derrame. A estas alturas todo el mundo se ha hecho con su colchoneta favorita, por eso las ventas han bajado, explica el gerente de la empresa familiar malagueña Juguetes Carrión, Arturo García, que mantiene que el perfil de quienes quieren estos productos ya no son los más pequeños de la familia.

De todos modos, apunta a que esta moda inflable vuelva a ser tendencia el año que viene, según asegura García, que ya se encuentra seleccionando las formas hinchables que ocuparán las estanterías de sus tiendas en la próxima época estival; aunque aún queda verano para poder disfrutarlas.

Los precios de estos flotadores gigantes pueden oscilar desde los 15 a los 200 euros, según la calidad, el fabricante, el tamaño y la complejidad. El responsable del área de cultura y ocio del Corte Inglés de Málaga centro, Carlos Cano, explica que en el gran almacén trabajan con marcas que emplean PVC y no el plástico, por lo que aguantan y pesan más. Cano afirma que la edad mínima recomendada para los hinchables es de 14 años, aunque en algunas cajas marca entre los 8 o 12 años; además afirma que están pensados para la piscina y no para la playa, por la peligrosidad que puede suponer en caso de que se produzcan corrientes.