Retorno a la normalidad

10 lugares de Málaga a los que regresar cuando te canses de estar sentado en la terraza de un bar

  • Desescalando, desescalando, vi el mundo pasando

  • Echabas de menos tomar una copa en una terracita, pero ahora no es lo mismo

  • Algún día podremos visitar los lugares que a continuación te listamos

Lo sabes: dentro de poco estar sentado en la terraza de un bar te sabrá a poco.

Lo sabes: dentro de poco estar sentado en la terraza de un bar te sabrá a poco. / Javier Albiñana

Sí, lo sabemos: echabas mucho de menos tomarte una copita en la terraza de tu bar de toda la vida. Pero, una vez superado el shock del retorno, el gintonic, digas lo que digas, no sabe igual.

Serán los pelillos de la mascarilla que se te han quedado pegados a los labios, los dos metros de distancia entre mesa y mesa, el no poder usar el baño del local o vete a saber qué, pero la nueva normalidad es mucho peor que la vieja normalidad de toda la vida.

Sin embargo, si nos queremos quitar el mal sabor que se nos queda por culpa del hidrogel desinfectante que nos ha caído en la boca, existen muchos lugares en la provincia de Málaga que no son un bar o una cafetería y que, o podemos visitar ya, o dentro de poco, según pasen las fases de la desescalada.

Un buen plan es averiguar si está permitido, o no, ir a los siguientes sitios a reencontrarnos con un tiempo pasado, el pre covid-19, que sin lugar a dudas fue mucho mejor del que nos aguarda.

Torreón de la Cala de Mijas

La maciza Torre Batería de La Cala del Moral, en Mijas. La maciza Torre Batería de La Cala del Moral, en Mijas.

La maciza Torre Batería de La Cala del Moral, en Mijas.

Un monumento que sí podemos visitar es la Torre Batería, Torre Vieja o Torreón de la Cala del Moral, en la La Cala de Mijas.

De gran solidez, muros muy gruesos y muy buen estado de conservación, esta torre fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII.

La Torre Batería de La Cala se encuentra en pleno paseo marítimo de Mijas y une a su interés histórico el ser sede del Centro de Interpretación de las Torres Vigías de la Costa del Sol, y de un museo que muestra al visitante la historia del desembarco de Torrijos y las diferentes artes de pesca.

De hecho, esta torre se encuentra en la playa del Charcón, la cual vivió su momento de gloria cuando fue testigo de cómo el general Torrijos desembarcó en ella con su pie izquierdo.

Playa de los Baños del Carmen

El buceo frente a los Baños del Carmen nos descubre un rico fondo marino repleto de especies mediterráneas. El buceo frente a los Baños del Carmen nos descubre un rico fondo marino repleto de especies mediterráneas.

El buceo frente a los Baños del Carmen nos descubre un rico fondo marino repleto de especies mediterráneas. / José Piñatel

La playa de los Baños del Carmen cuentan con 550 metros de longitud y tiene un roqueo artificial, en el que se alcanzan poco más de cinco metros, que ha generado un ecosistema digno de proteger.

Esta zona del litoral de Málaga tiene una población de gorgonias y cardúmenes o bancos de peces pequeños como castañuelas y bogas, bastantes espirógrafos y también la presencia de nudibranquios que no se suelen ver por otras zonas de la costa urbana más perjudicadas por las acciones del ser humano.

Un lugar que, en cuanto esté permitido, tiene una zona de buceo genial escondida bajo las aguas.

Mirador de los Tres Embalses

El Mirador de los Tres Embalses ofrece lo que su nombre bien indica. El Mirador de los Tres Embalses ofrece lo que su nombre bien indica.

El Mirador de los Tres Embalses ofrece lo que su nombre bien indica. / malaga.es (Jesus Ponce)

El Mirador de los Tres Embalses está situado en la confluencia entre los embalses de los ríos Turón, Guadalteba y Guadalhorce, y desde él se aprecian las distintas presas y centrales hidroeléctricas que componen la red hidrológica de El Chorro.

Este mirador, que se encuentra a 486 metros sobre el nivel del mar, fue construido inicialmente como punto de control topográfico durante los trabajos de principios del siglo XX.

Desde él se puede apreciar la importancia estratégica de estas grandes obras que gestionan los principales ríos de la zona norte de la provincia de Málaga.

Lacipo en Casares

Restos de la ciudad romana de Lacipo, cercanos a Casares. Restos de la ciudad romana de Lacipo, cercanos a Casares.

Restos de la ciudad romana de Lacipo, cercanos a Casares. / Diputación de Málaga

Sobre un promontorio conocido como Cortijo Alechipe, se encuentran los orgullosos restos de Lacipo en Casares, a unos cuatro kilómetros de distancia del núcleo poblacional.

Los primeros moradores de Lacipo no escogieron ese lugar para asentarse al azar, sino que su ubicación responde a un importante enclave entre las ricas tierras que riegan el río Genal y el río Guadiaro, convirtiéndose en una cómoda y necesaria vía de comunicación con los pueblos serranos. De ese modo, probablemente fue fundada por las comunidades que habitaban el territorio, extraordinariamente influenciadas por el mundo fenicio.

Más tarde, en la época romana, los historiadores Plinio el Viejo y Pomponio Mela hacen corresponder Lacipo al Conventus Gaditanus, como ciudad tributaria, lo que demuestra su riqueza. De hecho, será precisamente bajo la órbita de Roma cuando Lacipo se convierta en una auténtica ciudad.

En los años 1975 y 1976 Lacipo fue objeto de excavaciones arqueológicas que sacaron a la luz materiales hoy depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Málaga (Museo de Málaga), que permitieron conocer más a fondo este asentamiento así como su importante papel en el desarrollo de la provincia.

Castillo de Colomares en Benalmádena

Una idea, una 'cabezonería' y mucho tiempo libre. Una idea, una 'cabezonería' y mucho tiempo libre.

Una idea, una 'cabezonería' y mucho tiempo libre.

El Castillo de Colomares en Benalmádena es posiblemente el castillo más freak de la provincia, una construcción muy especial dedicada a Cristóbal Colón y el Descubrimiento de América.

Éste fue un proyecto loquísimo del médico Esteban Martín y Martín, el cual, entre 1987 y 1994, y con la simple ayuda de dos albañiles de Mijas, levantó con sus propias manos este sitio tan especial que sólo podía ser construido en la placa de Petri que es la Costa del Sol.

El castillo de Colomares está edificado con los materiales más sencillos: ladrillo, hormigón, piedra natural, madera, y cristal para las hermosas vidrieras de su interior.

El monumento, cuya planta ocupa una superficie de 1.500 metros cuadrados, presenta diversos elementos de la simbología de los Reyes Católicos, referencias al viaje de Colón, así como de las tres culturas presentes en la España medieval: cristianismo, judaísmo e islamismo.

En sus terrenos incluso podemos ver una pagoda china que simboliza la idea original de Colón de alcanzar las costas de Asia.

Pero ahí no acaba la cosa: también alberga en su interior la capilla más pequeña del mundo, consagrada a Santa Isabel de Hungría y con imágenes de Cristo moldeadas por el doctor Esteban, un hombre con dos manos, materiales de construcción a porrillo, un sueño y mucho tiempo libre.

El Diablo en la Cueva de Belda

La Cueva de Belda donde dormita un demonio atado. La Cueva de Belda donde dormita un demonio atado.

La Cueva de Belda donde dormita un demonio atado. / Archivo de José Manuel Frías

Ruta y misterio, todo en uno. En las inmediaciones de la localidad de Cuevas de San Marcos, y sobre un promontorio denominado Cuevas Altas, encontramos la Cueva de Belda. Esta cavidad cuenta con un conjunto de salas que alcanzan los 350 metros de desarrollo y ha sido habitada desde la prehistoria: en 1960 fue descubierto el importante yacimiento arqueológico que escondía.

Sin embargo, a lo largo de la historia muchas personas se adentraron en esta cueva en busca de otro tipo de yacimientos: en busca del Tesoro de Boabdil. Un tesoro que, cuando se toca, se convierte en carbón y que está custodiado por un demonio.

Un demonio que, además, protegía la ciudad de Medina Belda. Situada sobre el cerro de Cuevas Altas, los restos de Medina Belda fueron primero fue una fortaleza romana y después árabe, que en la época de la Reconquista se resistió al ejército cristiano, por la protección de este diablo.

Para enfrentarse a él, el sacerdote capellán de la tropa cristiana que estaba intentado tomar la fortaleza subió a la Cueva de Belda. La leyenda dice que aquel religioso, al llegar a la boca de la cueva, comienza a practicar una especie de exorcismo y, tras una legión de sapos, culebras, murciélagos y otros animales, aparece una enorme serpiente: el demonio con forma animal. A los pies de la cueva crecían una matas de jaramago con las que el fraile ata la cruz que llevaba al cuello al suelo al grito de "con esta cruz yo te ato". Así, simbólicamente, ataba las manos del diablo. El demonio se ocultó en la cueva, asustado, sin poder salir ni actuar por toda la eternidad.

Con el diablo derrotado, los cristianos lograron tomar Medina Belda. Era el 25 de abril del año 1424, día de San Marcos, y debido a esto pasó a ser el patrón del pueblo. El famoso capellán rogó que todos los años, el día 25 de abril, los habitantes del poblado que más adelante pasaría a llamarse Cuevas de San Marcos, fueran a los pies de la cima donde se encuentra la gruta e hicieran un nudo con jaramagos, para de esa manera mantener preso y atado al demonio dentro de la cueva. Y a día de hoy todavía el rito se mantiene vivo, celebrándose durante la anual romería del pueblo. Esa que este año no se ha celebrado por culpa del covid-19.

Torre de Torrequebrada en Benalmádena

Torrequebrada todavía se mantiene en pie orgullosamente. Torrequebrada todavía se mantiene en pie orgullosamente.

Torrequebrada todavía se mantiene en pie orgullosamente.

La Torre de Torrequebrada se encuentra en el interior de la urbanización benalmadense homónima, sobre un promontorio que da a la carretera nacional 340. A pesar de esto es accesible y merece la pena ir y observarla desde su base, ya que se asienta sobre rocas.

Torrequebrada se sitúa en un abrupto tramo de topografía, donde se alternan calas con acantilados, siendo éste el punto más estratégico de la costa entre Torremolinos y Fuengirola; de ahí la localización de esta torre.

Se cree que fue construida por los musulmanes y debe su nombre al estado de deterioro en que se encontraba hasta que fue reconstruida en varias ocasiones durante el siglo XVI.

Castillo de la Peña de Ardales

El castillo de la Peña de Ardales se sitúa sobre, eso, una enorme peña. El castillo de la Peña de Ardales se sitúa sobre, eso, una enorme peña.

El castillo de la Peña de Ardales se sitúa sobre, eso, una enorme peña. / Málaga Hoy

Como gran parte de las fortalezas malagueñas, el castillo de la Peña de Ardales está situado sobre un gran promontorio rocoso a 496 metros de altitud, dominando la localidad, asentada a sus pies, y la ancha llanura que se extiende en dirección a la Sierra de Peñarrubia y que constituye una de las entradas naturales hacia Málaga, de ahí su importancia estratégica.

El castillo de la Peña de Ardales está compuesto por las ruinas de un castillo medieval que data del siglo IX al XV, y una gran iglesia mudéjar del siglo XV, que contiene un impresionante artesonado y varias capillas barrocas. Se construyó durante la revuelta de Omar Ibm Hafsun y formó parte de sus dominios hasta que los Omeyas cordobeses pusieron fin a la rebelión con la conquista de Bobastro.

Esta fortaleza tiene comunicación visual con la torre almenara de la Sierra de Peñarrubia y el castillo de Turón.

En la actualidad, del castillo se diferencian dos recintos amurallados. El exterior se adapta al terreno, bordeando el contorno de la peña sobre la que se edificó, configurando una planta irregular. El recinto interior, probable alcázar o residencia señorial situado en la parte más elevada de la peña, es de planta cuadrada, y tendría una torre en cada esquina.

Mirador de África

El Mirador de África ofrece una panorámica 360 que ya quisiera Google Maps. El Mirador de África ofrece una panorámica 360 que ya quisiera Google Maps.

El Mirador de África ofrece una panorámica 360 que ya quisiera Google Maps. / malaga.es (jesús ponce)

Desde el Mirador de África o de las Aves Migradoras es posible contemplar panorámicas excepcionales de los alrededores, entre los valles de los ríos Genal y Guadiaro.

Cerca se localiza Benarrabá, cuyo término municipal se extiende entre ambas zonas que ofrecen una gran variedad orográfica.

En su territorio se pueden encontrar enclaves naturales como Las Buitreras, sobre el propio río Guadiaro. Se trata de un gran desfiladero, situado entre Gaucín y la Estación de Cortes de la Frontera. Esta garganta, que tiene la declaración de Monumento Natural de Andalucía, impacta por su impresionante verticalidad. Está considerado, junto al Desfiladero de los Gaitanes, uno de los cañones calizos más importantes de Andalucía.

Este mirador es un punto de interés donde observar diversas especies de rapaces migratorias que sobrevuelan la Serranía de Ronda, entre África y Europa.

Iglesia de Bobastro en Ardales

En Ardales encontramos el yacimiento de Bobastro. En Ardales encontramos el yacimiento de Bobastro.

En Ardales encontramos el yacimiento de Bobastro. / malaga.es

También en Ardales, el yacimiento de Bobastro es un sitio clave para entender los primeros siglos de formación de al-Ándalus y en este conjunto arqueológico encontramos, entre otros hallazgos, una iglesia rupestre y una serie de viviendas excavadas en roca.

A mediados del siglo IX, casi 150 años después de la conquista de la Península Ibérica, el Emirato Omeya de Córdoba gobernaba una población heterogénea y dispersa, muy compleja. Fue entonces cuando Abd al-Rahman II propugnó una serie de medidas para la unificación del territorio que ganaron la oposición de muchos habitantes de al-Andalus.

Aquella respuesta se tradujo en numerosas rebeliones de las que la más destacada fue la que mantuvo Omar Ibn Hafsún, desde el año 880 hasta su muerte en el 918, en Bobastro, el núcleo cercano a Ardales que en el comienzo de la sublevación apenas contaba con un antiguo castillo y que, bajo su mando, llegó a convertirse en una ciudad que aglutinó a numerosas poblaciones del entorno.

Bobastro, que fue finalmente desmantelada por Abd al-Rahman III en el año 928, constituye un episodio único dentro de la arqueología relativa a aquel periodo que, lejos de conocerse en su plenitud, conserva aún numerosos misterios por esclarecer.

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