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Regalos para mantener ilusión y tradición

  • Sus Majestades reparten juguetes a los niños, que cumplen con la 'norma' de madrugar para descubrir las sorpresas

Tres niños abriendo los regalos que les han dejado los Reyes Magos.

Tres niños abriendo los regalos que les han dejado los Reyes Magos. / Domingo Mérida

Silenciosos, como siempre, los Reyes Magos han visitado esta noche las casas de todos y cada uno de los niños y niñas, mientras todos duermen. Y -a juzgar por el resultado- todos se han portado bastante bien. Hoy era el día para pegarse el madrugón y tener excusa para no quitarse el pijama hasta la hora de comer -como poco-, porque lo único importante es descubrir qué han dejado junto a los zapatos Melchor Gaspar y Baltasar.

Los pequeños son los protagonistas siempre en una mañana de Reyes, pero hay algunos padres que disfrutan tanto -o más- que ellos, jugando al balón, guiándoles en sus primeros pasos sobre una bicicleta, montando el barco pirata de Playmobil, los Legos y la casita de Pin y Pon que Sus Majestades han traído o, simplemente, disfrutando al ver sus caras de ilusión al abrir los regalos. Gestos de sorpresa en cada casa y sonrisas de oreja a oreja.

Antes de regresar a Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar dejaron regalos hay para todos los gustos, pero los clásicos nunca fallan. Bicicletas, cuentos, muñecas, coches teledirigidos, juegos de mesa, balones, Scalextric, Playmobil, Legos, Pin y Pon, figuritas coleccionables, videojuegos, videoconsolas, patinetes... algo de ropa también cae casi siempre. Y en estos tiempos, los Reyes cada vez reciben más encargos de dispositivos tecnológicos –móviles, tablets, relojes digitales...–, hasta algunos drones portaron los camellos.

En las calles, plazas y paseos marítimos de todos los rincones de la provincia, los niños se dejan notar cada 6 de enero. Después de abrir todos los regalos de casa y recuperar fuerzas con un buen trozo de Roscón de Reyes, hay que cumplir con la tradición de ir, cargados de bolsas, desde la casa de los abuelos a la de los tíos –en todas cae siempre algo–.

Después, las familias han cumplido con otra de las tradiciones típicas del día de Reyes: salir a la calle para lucir juguetes nuevos e impolutos. Esa ilusión que solo se siente el día de Reyes vuelve a inundar un año más las calles de pueblos y ciudades, con decenas de niños jugando y presumiendo ante sus amigos de bici nueva.

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