Vivir

El reto de vivir de los 'souvenirs'

  • Comerciantes de recuerdos turísticos encaran la temporada alta del sector con cautela al saber que ya no hacen los números de antaño

  • Los artículos baratos y el alcohol es lo que más éxito tiene entre los visitantes

La Semana Santa constituye todos los años los primeros pasos de la temporada turística malagueña. Desde entonces, los acentos inglés, alemán y francés se dejar escuchar con más frecuencia por la almendra del Centro histórico, lo que repercute de manera positiva en los comercios de la zona. Para la inmensa mayoría de ellos, especialmente los dedicados a los artículos de recuerdo y souvenirs, este es el inicio de su particular belle epoque anual.

Algunos comercios admiten que el cada vez mejor clima de Málaga propicia que se adelante la buena temporada: "Ya en la propia Semana Santa o un poco antes incluso se empieza a notar. La temporada ahora empieza en marzo y desde ahí va para arriba cada mes. A partir de finales de febrero y principios de marzo salimos del invierno y suben las cajas hasta prácticamente noviembre", asegura Diego, encargado del establecimiento Souvenirs Victoria de la calle Molina Lario.

El repunte en la llegada de cruceros también supone un ingreso añadido para los comerciantes de este tipo de tiendas: "Cuando llega un crucero se nota, porque son ingresos extra que añadimos a la caja normal, que ya va en ascenso, y es una ayuda importante", indica Diego, añadiendo que a pesar de ello, el flujo de liquidez que entra en caja con la llegada de las embarcaciones ya no es el que era: "La situación no es la de hace cinco o seis años, ya no es la misma calidad de gente. La capacidad de gasto ahora es más baja porque hay muchas ofertas en los cruceros y ya cualquiera se mete en uno. Y eso se nota en la reducción en las ventas".

Se trata de la cruz de la moneda. En la actualidad, el tipo de comprador es más reacio a llevarse la cantidad de souvenirs de antaño, y la mayoría adquieren detalles pequeños: "Los artículos que se suelen llevar ahora son camisetas, imanes o tazas, que son de las cosas más baratas que tenemos", explica el encargado de Souvenirs Victoria, al tiempo que se lamenta porque los productos con precio ligeramente mayor no tienen igual éxito: "Esto hoy [en referencia a platos decorados con la Catedral y otros símbolos de Málaga] es un producto de más calidad, y con el crucero no se ha tocado prácticamente. Uno solo de estos se han llevado".

Y es que la capacidad de gasto del turista no es el único elemento a tener en cuenta para determinar su predisposición a comprar. Su nacionalidad también es un factor determinante: "Hay cruceros buenos y malos, en función de la nacionalidad de los pasajeros. Si hay italianos son buenos para vender souvenirs, pero si son ingleses son malos", indica Diego sobre las tendencias de su tienda. "Para tomar una cerveza o hacer cualquier otra actividad será distinto, pero para esto ingleses y alemanes son bastante malos. En cambio aquellos con mentalidad latina como argentinos, brasileños y gente del mediterráneo sí que compran".

Para Manolo, encargado del Mini Market en la esquina de calle Strachan con Molina Lario, el factor determinante no es tanto la nacionalidad del visitante sino hasta la ropa: "Se nota en todo turista, sea de una nacionalidad o de otra, si trae bolsillos o no. Si no los trae, ese lo único que hace es mirar". El responsable del establecimiento considera que el avance de las nuevas tecnologías ha propiciado un aumento en el pragmatismo de una parte de los visitantes internacionales, que ya no ven tanto el recuerdo como la adquisición de un souvenir, sino en hacerle una foto: "Hay bastantes que hacen la foto a una botella de un vino local y se llevan de recuerdo la foto de la botella. Con las postales pasa lo mismo, les hacen fotos al postalero y mandan tres o cuatro a los familiares".

A pesar de ello, el encargado de la tienda de alimentación y productos malagueños asegura que la presencia de turistas siempre beneficia a las arcas del negocio: "En temporada baja siempre vienen cruceros del Imserso o familias con los niños y con todo incluido; entonces solo se bajan del barco, dan un paseo y hacen poco más". A partir de estas fechas, por una mera cuestión de cantidad de visitantes "las ventas suben".

Por otro lado, indica que los helados, el agua y las bebidas alcohólicas es lo que más éxito tiene en la tienda con los turistas y sentencia, añadiendo que los cruceros con estancias cortas en la ciudad son los más beneficiosos para el Centro histórico: "muchos de los cruceros que están viniendo hacen escalas pequeñas, se van a las 18:00, y eso nos beneficia porque cuando tienen estacionamientos largos se los llevan por ahí de excursión y no vienen apenas por el Centro".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios