Carnaval

El nivel crece a golpe de pasodoble

  • La comparsa de Aragón y las chirigotas del Yuyu y el Canijo triunfan con sus letras en una noche en la que también destacan el cuarteto de Miguel Real y la comparsa 'La rebelión de los necios'

Buena noche de cuartos la de este martes. Y un protagonista, el pasodoble. Los hubo de todos los tipos: hicieron reír los de los jeques de Yuyu y Sánchez Reyes, el público vibró con los de los bohemios de Aragón, emocionaron los del Canijo y fueron reivindicativos los de Pérez Ginel. Todos ellos brillaron en una noche de calidad en la que también destacó el cuarteto '¿Qué hacemos con el pavo?'.

Misma tónica del primer día para comenzar con la segunda función, que poco a poco se fue animando. Abrió la sesión el coro del Lamas, por debajo en letras e interpretación a lo mostrado en las eliminatorias. Un caso similar fue el de la chirigota Santa María Pura, con ganas y poco más. Sí cumplió la comparsa barreña Los salvapatrias, que mantuvo el aceptable nivel mostrado en su debut tanto en letras como en interpretación. Vuelvan o no, más que digno su paso por el concurso.

Los que sí se ganaron un hueco en la siguiente ronda fueron los cuarteteros de Miguel Ángel Real, con un repertorio de menos a más en cuanto a letra que acabó por todo lo alto con un tema libre de categoría. Volvieron a bordar sus interpretaciones y en esta ocasión muy complicado lo tendrá el jurado para dejarles fuera de las semifinales. Esta vez sí.

También ponen la directa a semifinales los jeques de Yuyu y Sánchez Reyes. Destacaron sus pasodobles, sacando punta a la de chinos que hay en Cádiz y las contribuciones de los árabes al mundo moderno. No desentonaron sus cuplés y su repertorio está entre los mejores, aunque no acabe de enganchar a un público que se mostró demasiado frío y que no se entregó ni con la lluvia de billetes con la que concluyeron el popurrí. Podrán contrarrestar esas sensaciones en 'semis'.

Para concluir con la primera parte de la sesión llegó la siempre esperada comparsa de Juan Carlos Aragón, que mejoró lo ofrecido en preliminares especialmente en interpretación. Además, Juan Carlos regaló a los presentes dos pasodobles de categoría, de esos tan suyos. El primero, un consejo a un hijo de esos que no se olvidan, y un segundo en el que desnudó las miserias de Cádiz por mucho que quieran cubrirlas con el Bicentenario. Derribaron cualquier duda sobre ellos con su gran repertorio e interpretación.

De reanudar la sesión se encargó el coro de Valdés, que contestó con humor a las críticas sobre lo sátiro de su repertorio con un gran cuplé. A menos respecto a lo mostrado en preliminares fueron la chirigota de Fali Verdugo y la comparsa de Villegas, que salvo sorpresa se despiden del concurso hasta el año que viene. A continuación, la chirigota del Canijo ofreció una mezcla perfecta de sentimiento y buen humor. Destacaron sus pasodobles, no tanto los cuplés y levantaron al teatro con un gran popurrí que no perdió la frescura del primer día. Se mantienen como candidatos a todo.

Para finalizar, una última sorpresa de la mano de la comparsa de Jonathan Pérez Ginel, que se reivindicó con dos tremendos pasodobles, especialmente un primero que sacó a relucir el habitual conformismo de los gaditanos. Puede ser este su año para ir un pasito más allá.

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