IGNACIO SOLÍS MARTEL. DIRECTOR DE AGROVEGETAL S.a.

"La agricultura integrada produce alimentos tan sanos como los ecológicos"

  • La empresa que dirige ha logrado variedades de semilla que se han posicionado en cabeza en el mercado Su trigo duro Don Ricardo "va camino de ser el número uno en España".

Ingeniero Agrónomo y profesor de Mejora Vegetal en la Universidad de Sevilla, Ignacio Solís Martel se dedica precisamente a esto, a la mejora de semillas, en la empresa Agrovegetal -participada entre otras entidades por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía- que acaba de ser distinguida por el Ministerio de Economía y Competividad con el sello de Pyme Innovadora.

-Ustedes trabajan en la obtención de nuevas variedades de semillas, algo en lo que hay una enorme competencia de las multinacionales. ¿Es difícil obtener éxitos frente a los gigantes a los que se enfrentan en este campo?

-Es muy difícil, y si no tuviéramos buenas alianzas sería prácticamente imposible. Afortunadamente, colaboramos, en cereales, con uno de los mayores centros de investigación en mejora del trigo y triticale del mundo, el Cimmyt (Centro Internacional para la Mejora del Maíz y del Trigo), ubicado en México, así como también con el IRTA (Instituto de Investigación de la Generalitat de Cataluña), con el IAS-CSIC y, en resistencia a royas, con la Universidad de Sevilla. Además, en mejora de la calidad, trabajamos con empresas como Pastas Gallo, Haribéricas o Sánchez Palencia. Por lo que respecta a leguminosas, tenemos relación con el Ifapa, la Universidad de Córdoba y el CSIC.

-¿Qué importancia tiene disponer de semillas propias con tecnología autóctona?

-Para nuestras cooperativas asociadas es muy importante realizar en primera persona el proceso de selección de las nuevas variedades que vamos a cultivar, con una combinación óptima de productividad, calidad del grano, así como resistencia a enfermedades y condiciones climáticas adversas. Una vez identificadas las variedades idóneas, durante el proceso de multiplicación y registro de las nuevas variedades ganamos un tiempo precioso en el mejor conocimiento de las mismas. Cuando una variedad de Agrovegetal llega al mercado, nuestros técnicos conocen su comportamiento en numerosos campos de ensayos y de producción durante los últimos seis años. Si la variedad nueva es de otro obtentor tienen que empezar a conocerla desde cero.

-¿Cuáles han sido, hasta ahora, sus mayores éxitos?

-Un gran éxito es sin duda la obtención de la nueva variedad de trigo duro Don Ricardo, con una excelente combinación de productividad, calidad y resistencia a enfermedades, que es la segunda más sembrada en España y que va camino de ser la número uno, con más de 8.000 toneladas de semillas certificadas comercializadas en la campaña 2015-2016. También están teniendo mucho éxito las nuevas variedades de trigo blando Tejada y Conil, que son muy apreciadas por la industria harinera. En triticale somos líderes indiscutibles en la mitad sur de España con nuestra variedad Bondadoso. En garbanzo, sacaremos este año al mercado la nueva variedad Ituci en colaboración con la cooperativa Campo de Tejada y en un par de años esperamos lanzar el nuevo guisante Andalusí que está en proceso de registro. Pero, en mi opinión, nuestro mayor éxito es el excelente ambiente de colaboración entre un grupo cooperativas que antes de la creación de Agrovegetal eran competidoras y ahora son socias en la misma empresa obtentora.

-En su catálogo hay variedades de trigo duro y blando que se puede decir que tienen nombre andaluz. ¿Qué cuota de mercado tienen?

- En las zonas de España en las que están adaptadas nuestras variedades (Andalucía, Extremadura, Valle del Ebro y regadíos de Castilla-La Mancha) tenemos una cuota aproximada del 25%, en trigo duro; del 10%, en trigo blando; y de más del 30%, en triticale.

-Agrovegetal participa en importantes proyectos de investigación, caso del Legato, que tiene como fin el impulso de las leguminosas. ¿Qué objetivos están persiguiendo?

-El proyecto coordinado por el Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia tiene un objetivo muy ambicioso y para ello hay varios grupos de trabajo formados por investigadores de toda Europa con el propósito de impulsar la productividad, la calidad y las técnicas de cultivo que puedan ayudar al aumento de la superficie dedicada a estas especies en las que somos muy deficitarios. En nuestro caso, participamos en la red de ensayos de valor agronómico de la zona sur evaluando variedades de guisante, garbanzos, habas y almortas de empresas de España, Portugal, Italia, Serbia y Grecia.

-A causa del greening hay un mayor interés por la siembra de leguminosas , sobre todo habas, pero hay un gran problema para encontrar semillas certificadas de calidad ¿Podrán pronto poner algunas en el mercado?

-El mercado de las semillas certificadas de leguminosas, en general, y de habas en particular, es muy poco atractivo para las empresas porque se siembran superficies pequeñas y los agricultores, hasta ahora, han reutilizado de forma generalizada las semillas producidas en su explotación o las han adquirido a productores ilegales. En Agrovegetal estamos haciendo un gran esfuerzo por desarrollar nuevas variedades y producir semillas certificadas de estas especies, pero en el caso de las habas, a pesar de haber evaluado gran cantidad de líneas de diferentes orígenes , nos encontramos con que las variedades de obtención pública como Alameda y Baraca siguen siendo muy competitivas y no tenemos nada que las supere claramente. Por ello le hemos pedido a la Junta de Andalucía que, a través del Ifapa, continúe conservando estas variedades para que las empresas podamos solicitar licencias de multiplicación y producir semillas certificadas.

-Se hace mucho hincapié en la agricultura ecológica. ¿Cómo se relaciona el avance tecnológico en mejora vegetal y el consumo de alimentos más sanos?

-La agricultura ecológica es una buena opción para determinados cultivos en determinadas zonas pero, si somos realistas, para la mayoría de los agricultores, los fertilizantes y los productos agroquímicos de síntesis (herbicidas, fungicidas, insecticidas, etcétera) son imprescindibles para continuar siendo competitivos. Se pueden producir alimentos tan sanos como los de la agricultura ecológica mediante una agricultura integrada que aplique la tecnología de forma racional y que asegure la ausencia de residuos por encima de los niveles establecidos por la ley. Personalmente, he participado en la redacción del reglamento andaluz de producción integrada de trigo duro y de otros cereales de invierno y creo que ese es el camino para la producción sostenible de alimentos sanos.

-¿Cuál es su opinión sobre los organismos genéticamente modificados?

-Estoy a favor de que se permita el cultivo de los organismos modificados genéticamente mediante una regulación similar a la de Estados Unidos o Canadá. La regulación europea es tan restrictiva y está tan politizada que sólo las grandes empresas son capaces de desarrollarlos. Los organismos públicos tienen miedo a involucrarse por temor a una parte de la opinión pública y las pymes no tenemos capacidad de afrontar la inversión necesaria. Pero tengo claro que, en la actualidad y durante los próximos años, la mejora tradicional basada en el cruzamiento y la selección seguirá siendo la principal responsable de la obtención de nuevas variedades. Yo pongo el ejemplo de que una variedad vegetal es como un coche que tiene miles de piezas ensambladas; la ingeniería genética sólo sirve para añadir o eliminar alguna pieza.

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