Hace sólo dos meses, para el Gobierno andaluz, UGT cumplía con todos los requisitos necesarios -"está habilitado" llegó a defender el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Vázquez- para ser beneficiario de una ayuda de 3,6 millones de euros para el desarrollo del programa Plan Orienta 2013, un proyecto diseñado para la lucha contra el desempleo. Hoy, sin embargo, el Ejecutivo de Susana Díaz -en concreto el gabinete jurídico al que con insistencia aluden los distintos consejeros de la Junta que han opinado sobre este asunto- no lo ve tan claro y por ello ha decidido retener la concesión de dicha cantidad.

¿Razones de esta marcha atrás? Así lo fija la ley de Hacienda Pública, un texto vigente tanto en diciembre, cuando se concedió la ayuda, como ahora, que se cancela. No obstante, Vázquez negó que esto sea un "cambio de criterio", sino que es una "decisión" que se adopta "con la ley en la mano", matizó.

Preguntado por este asunto tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el portavoz del gabinete de la presidenta declaró que ahora "se ha considerado oportuno suspenderlas provisionalmente porque la Ley de Hacienda Pública, que es la que rige en la concesión de los planes Orienta, dice de manera taxativa que no se podrá proponer el pago de subvenciones a personas o entidades beneficiarias que no hayan justificado en tiempo y forma las ayudas concedidas con anterioridad con cargo al mismo programa".

Vázquez se refiere a los 3,6 millones de euros liberados para los planes Orienta de 2009 y 2010 (dotados con 1,8 millones de euros cada uno), cuya devolución reclama ahora la Junta por las suspuestas irregularidades que la Administración habría detectado tras examinar la documentación entregada inicialmente por el sindicato. Según distintas informaciones, UGT habría cargado a este programa distintos gastos no relacionados con el desarrollo de estos planes de empleo. Estos 3,6 millones de euros corresponden sólo a dos de los 19 expedientes de investigación que la Junta de Andalucía mantiene abiertos en relación a las cuentas del sindicato, según informó en el Parlamento la semana pasada el consejero de Economía, José Antonio Sánchez Maldonado. La Junta tiene revisando archivos desde el año 2008 hasta 2012, cursos en los que, según la hipótesis que maneja la Administración, UGT habría hecho un uso fraudulento del dinero público.

El sindicato, que ayer rehusó hacer declaraciones por este nuevo rumbo que toma su relación con el Gobierno de Díaz, ha venido alegando hasta ahora que no puede justificar el uso dado a esas cantidades porque todo el material acreditativo -facturas y otros documentos- que podría usar en su defensa está en intervenido por la juez Mercedes Alaya desde que ordenara el registro de su sede el pasado diciembre.

No debe ser ésta una razón de peso suficiente que contrarreste el imperativo legal al que alude el portavoz del Gobierno para la suspensión de unos programas que viene a trastocar la actividad de la central que dirige Carmen Castilla.

El portavoz recordó ayer que la ayuda que la Junta mantiene en el aire se refiere a una convocatoria aprobada en noviembre del 2013 en un programa de concurrencia competitiva, que no afectaría al resto de organizaciones beneficiarias de estas mismas ayudas. "Inicialmente -explicó Vázquez- UGT solicitó 9,4 millones y, en una primera estimación, se otorgaron 6,5 millones, cantidad que luego fue reducida a 3,6 millones". A su entender, "hubo una concesión provisional, no definitiva, que ahora se suspende, y si la central sindical cumple con lo que marca la norma, se responderá también por parte de la Junta", explicó Vázquez que, no obstante, mandó la pelota al tejado de la central. "Tiene la palabra" el sindicato UGT, que tendría que presentar la documentación correspondiente al programa Orienta que no hubiera presentado de planes anteriores.

El consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, también opinó ayer sobre este giro en el argumentario de la Junta. "Hasta que no justifique las subvenciones anteriores", UGT no podrá acceder a nuevas ayudas de este mismo programa. En palabras del consejero, "es así de simple".