¿Qué es y para qué sirve el BEI?

El Banco Europeo de Inversiones, del que estos días se oye hablar por la fianza impuesta por Alaya a su vicepresidenta, Magdalena Álvarez, financia proyectos "viables" en todo el mundo

Diciembre de 2011, Griñán y Aguayo con Álvarez tras la firma de un préstamo del BEI para inversiones en universidades.
Diciembre de 2011, Griñán y Aguayo con Álvarez tras la firma de un préstamo del BEI para inversiones en universidades.

El Banco Europeo de Inversiones, del que Magdalena Álvarez es vicepresidenta hasta el momento, es la institución financiera de la Unión Europea a largo plazo. Una suerte de Banco Mundial a nivel europeo. Lejos de ser una entidad fruto de la crisis y de la necesidad apremiante de crédito de las empresas, se fundó en 1958 con el objetivo de apoyar "proyectos que contribuyan significativamente al crecimiento y el empleo en Europa". Hasta la imputación de Álvarez, su labor ha permanecido casi desconocida para muchos andaluces.

La postura del banco desde que empezaran los avatares de la ex consejera de Hacienda con los tribunales andaluces, ha sido siempre la misma: toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Tras la última medida de la juez Alaya, que le ha impuesto una fianza de algo más de 29 millones de euros, el BEI manifestó tener conocimiento "de las últimas noticias habidas en la investigación que se lleva a cabo en relación con la presunta malversación de fondos en Andalucía". Y añadió que sigue la situación "de cerca".

Pese a no pronunciarse, la portavoz del BEI, Matilde del Valle, aseguró que la institución está "en contacto estrecho y constante con las autoridades gubernamentales españolas relevantes". Del Valle apostilló que "como no podría ser de otra forma", el banco respeta el principio de presunción de inocencia.

En una reunión con periodistas el pasado noviembre, el presidente del banco, Werner Hoyer, se expresaba en la misma línea. Aseguró que Álvarez seguiría siendo vicepresidenta del ente y recalcó que el BEI no había abierto ninguna investigación especial por su posible implicación en el caso de los ERE, algo que sería "poco apropiado". El único atisbo de duda pudo apreciarse cuando señaló que el banco "debe proteger la integridad de sus cargos, pero también la propia". Hoyer agradeció la "transparencia" con la que la también ex ministra ha mantenido informado a la entidad de todos los procedimientos que la juez Alaya instruye en Andalucía.

Desde que accediera al cargo Álvarez, son muchos los préstamos que la institución ha firmado para financiar diversos proyectos. España es, por décimo año consecutivo, el mayor receptor de préstamos del BEI, cuyos accionistas son los Estamos miembros de la Unión Europea. En 2013, el banco batió su récord concediendo más de 10.600 millones de euros a iniciativas en España.

El apoyo a las pequeñas y medianas empresas (pymes) ha ido creciendo también en los últimos tiempos. En el caso de España, el 45% de los préstamos fueron a parar a pymes. El dato, según el BEI, "demuestra el compromiso con este tipo de empresas, claves para impulsar el crecimiento y la creación de empleo". Pero mientras las entidades públicas y las empresas privadas reciben préstamos directos, con las pymes la financiación se realiza a través de bancos intermediarios locales. Las ayudas no superan la mitad del coste del proyecto, limitación que la organización justifica alegando que sus inversiones "actúan como catalizadores" para atraer financiación de otras instituciones, públicas y privadas.

Para que una iniciativa obtenga la financiación del BEI debe "fomentar los objetivos de la UE y ser económica, técnica y financieramente viable". El banco tiene autonomía para decidir en qué proyectos invierte y obtiene sus fondos en los mercados de capitales, a través de la emisión de obligaciones. En 2012, su capital se elevaba a los 242.000 millones de euros.

Uno de los destinos de sus inversiones es el metro de Granada, que recibirá 130 millones de euros. La obra incluye la construcción de la primera línea, que tendrá casi 16 kilómetros de longitud, el material rodante necesario y un almacén para los talleres de mantenimiento. La línea unirá el norte y el sur con el centro de la ciudad y el banco estima que tendrá unos 500.000 usuarios.

El pasado diciembre, la institución concedía a la Junta dos préstamos por valor de 380 millones de euros, para financiar la obra granadina y otras "inversiones clave". La propia Álvarez se reunía con la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, en la sede de Luxemburgo para anunciar los acuerdos. La vicepresidenta destacaba que la contribución del banco buscaba "mejorar el crecimiento económico de la región" y esperaba que redundase en la creación de empleo.

El primer tramo de financiación será de 250 millones de euros y financiará esas inversiones clave en distintos sectores, desde infraestructuras hasta energías renovables. En realidad, la Junta lo utilizará para sustituir parte de su contribución como región a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) y los Fondos de Cohesión.

Aunque la trayectoria del BEI empieza hace más de medio siglo, su papel como entidad financiera cobró relevancia en 2009, cuando los bancos europeos cerraron el grifo del crédito a las empresas. El dinero que prestaba a principios de la década de los 2000, unos 45 mil millones de euros, pasó a casi 80 mil en el precipicio de la crisis de crédito. En 2013, esa cantidad se rebajó hasta casi 72 mil millones.

Con el crecimiento de la institución, también lo ha hecho el número de trabajadores. El organismo estaba formado por 66 empleados en su fundación. Hoy son más de 2000, repartidos entre la sede central en Luxemburgo y 24 oficinas. Según su web, Álvarez cobra 22.963 euros brutos al mes y recibe 3.444 para alojamiento y otros 911 como gastos de representación. Además, la vicepresidenta declaró poseer cuatro apartamentos -en Madrid, Estepona, Sevilla y Málaga, los dos últimos alquilados-, una casa en Benalmádena y siete plazas de aparcamiento.

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