Ni burla ni acoso hacia la juez de los ERE. En el choque, cada vez más agrio, entre Mercedes Alaya y el Gobierno andaluz, las reiteradas alusiones del consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, a las decisiones de la magistrada no persiguen, según asegura él mismo, ridiculizarla. El 26 de diciembre el consejero reaccionó al auto en el que Alaya pedía a la Junta informes adicionales sobre sus empresas públicas preguntándose de dónde sacaría tiempo para leer toda esa información.

No era, según De Llera, ironía ni sarcasmo. Se trataba de la opinión de un jurista "responsable y con experiencia". El consejero dio estas explicaciones ayer en una entrevista en Canal Sur Televisión. En ella subrayó que no opinará más sobre la magistrada "porque cada vez que hablo como jurista se dice que uso mi tribuna para acosar a la juez, maltratarla y chotearme de ella", pero "nada más lejos de mi intención". De Llera, por contra, defendió que su departamento "la está apoyando en todo" lo que solicita y en los medios materiales que ha pedido, de manera que le han instalado el sistema Lexnet y máquinas para escanear "potentísimas", así como dos funcionarios de apoyo para que lleven a cabo esta labor. "Le estamos dando todo lo que pide y más, y eso se lleva mal con acosarla", aseguró el consejero.

Sobre el caso de los ERE que investiga Alaya, De Llera volvió a mostrarse convencido de la "inocencia" de los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, pues "los conozco, sé donde viven y el dinero que tienen", por lo que "no creo que hayan cometido ninguna vileza que haya infringido la ley penal". El consejero quiso dejar claro que, hasta el momento, ni Chaves ni Griñán han sido imputados por el Tribunal Supremo tras la exposición razonada elevada por la magistrada, aunque opinó que en el momento en que el instructor pida el suplicatorio a las cámaras y los inculpe "formalmente", ambos "tendrían que abandonar sus escaños".