Pedro Sánchez suele pasar varias semanas de veraneo en Andalucía. Estos días ha estado por Mojácar, donde tiene un apartamento, La Antilla y Chiclana. La gira por el litoral la cerró ayer con su visita al mediodía a la Feria de Málaga y por la tarde al pistoletazo de salida de la Feria de Almería. Ni se ha visto con Susana Díaz, que pasa sus primeras semanas de maternidad en Chipiona; ni con el presidente temporal del Gobierno andaluz, Manuel Jiménez Barrios, pese a que se aloja a escasos kilómetros del hotel donde el líder nacional de los socialistas se hospedó en Novo Sancti Petri; ni con ningún miembro de la Junta de Andalucía. Fuentes cercanas al partido señalan que el candidato a la Presidencia del Gobierno aparecerá en numerosos actos en Andalucía durante la campaña electoral por las generales.

El secretario general de los socialistas visitó ayer la Feria de Málaga. Un paseo más largo de o habitual desde la portada situada en la calle Larios hasta la Plaza de la Constitución ante las numerosas personas que se le acercaban. Durante la caminata brindó con vino de la tierra, e incluso dirigió con bastón de mando en mano una panda de verdiales.

Desde que bajara a las dos de la tarde a la entrada de la céntrica calle Larios acompañado, entre otros, por el secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia; el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, y el secretario de Política Institucional de los socialistas andaluces, Francisco Conejo, Sánchez logró concentrar las miradas de numerosos transeúntes. En la portada de la Feria del Centro, donde fue recibido por la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, María Gámez, se hizo la fotografía de rigor. Una vez en Larios, coincidió con una panda de verdiales que le ofreció el bastón de alcalde por unos minutos.

Tras esto, el complicado camino hasta llegar a la Plaza de la Constitución, ya que a cada paso encontraba a alguien que quería darle un par de besos y fotografiarse con él, ante lo que el líder socialista se mostró dispuesto, siendo él mismo, en varios momentos, el que hizo el correspondiente selfie. No faltaban tampoco los que le animaban al grito de "presidente". En su recorrido probó las almendras fritas con sal, un clásico de las calles de Málaga, y también se paró en otros puestos, así como con algunos de los artistas callejeros que se dan cita en esta céntrica vía.

Después de una hora andando llegó a la Plaza de la Constitución, donde entró en la caseta del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga. En su interior firmó en el libro de honor y, como no podía ser de otro modo, brindó con un caldo malagueño, del que ha dicho que estaba "buenísimo".

A continuación, la última parada fue la caseta de la Asociación Centro Histórico, donde le esperaban concejales del PSOE y delegados de la Junta. Abandonó el centro de Malaga a las 15:30. No obstante, la jornada festiva de Sánchez no terminó allí, ya que por la tarde asistió al pregón de la Feria de Almería.