Había que actuar con urgencia y el juez lo ha entendido así. El titular del Juzgado de lo Contencioso número 5 de Granada ha atendido la petición de la Delegación de Salud de que autorizase la vacunación de sarampión a los 35 menores del barrio del Albaicín cuyos padres se habían negado expresamente a que fueran inmunizados o no habían comunicado si sus hijos ya se habían protegido contra el contagio de la enfermedad. Salud remitió todo el expediente del brote epidémico -detectado en el colegio público Gómez Moreno- al juzgado, y su titular solicitó que se aclarase qué tenía que hacer. Ante la petición del Gobierno andaluz, el magistrado dictó ayer la resolución judicial que autoriza la vacunación forzosa en un caso sin precedentes en España.

El documento, que puede ser recurrido por los progenitores, establece que la inyección de la vacuna puede llevarse a cabo en el centro escolar al que acudan los niños, en el domicilio familiar o en el centro de salud para dar "las mayores facilidades" a los progenitores, siempre respetando la confidencialidad que acompaña a cualquier acto médico. La vacunación deberá ser llevada a cabo por única y exclusivamente por personal sanitario -como no podía ser de otra manera- y en la resolución se explicita que debe llevarse a cabo "sin ningún tipo de trato inhumano o degradante".

Poco después de que tanto la Delegación de Salud como fuentes judiciales confirmasen el contenido de la resolución judicial que debe poner coto al brote epidémico de sarampión en la capital, la consejera de Salud, María Jesús Montero, puso como fecha límite para que los padres de los 35 niños llevan a sus hijos a vacunarse "hasta el próximo martes", 30 de noviembre.

Este brote de sarampión registra a día de hoy a 46 personas contagiadas, de las que ocho son adultos y el resto menores. Catorce de los afectados han requerido atención hospitalaria en algún momento. En la actualidad, tres personas continúan ingresadas: un menor y dos adultos. Hay menores contagiados que apenas superan el año, según han informado la Consejería de Salud, de forma que el protocolo de actuación establecido por este departamento para poner freno a la epidemia, dada la elevada contagiosidad del sarampión, obliga a la vacunación de la totalidad de los niños susceptibles de padecerlo.

El calendario vacunal recoge que la primera dosis de la vacuna se haga efectiva a los menores de 15 meses. Como medida preventiva, Salud decidió adelantar esta dosis a los mayores de 12 meses, medida que se ha hecho extensiva ahora a los bebés de seis a once meses, si bien estos niños deben recibir además las otras dos del calendario vacunal ordinario (a los 15 meses y a los tres años), ya que el sistema inmunitario a esas edades es muy inmaduro y es necesario repetir la vacunación para obtener una protección completa.

La Delegación de Salud de Granada ha adoptado una serie de medidas con el objetivo de frenar la expansión del brote. Una de ellas ha sido el traslado al juez de toda la información para que considere la posibilidad de adoptar otras acciones que impidan la circulación del sarampión entre los niños del colegio afectado.