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La entrada de Isco, algo tarde

TENER la posesión de balón está bien, es la idea que tiene el Málaga y que con Pellegrini se lleva hasta el final. Pero no garantiza llegada y peligro. Hace falta algo más. El Málaga estuvo bien colocado, casi nunca se vio en peligro ni desbordado. Tuvo mucha posesión de balón porque llevaba la iniciativa del juego y la diferencia de porcentaje con la bola fue tremenda. Pero es el gol lo que marca la diferencia. Y no llegó.

Tuvo dos claras de Van Nistelrooy en el primer tiempo, le está faltando definir. Parecía que estábamos en La Rosaleda en vez de La Romareda. Pero restaba más profundidad en su juego, en su llegada. El Zaragoza se defendía muy bien, incluso con seis jugadores. El Málaga se tiene que acostumbrar a este juego, a estos rivales. Y no sólo en La Rosaleda, también fuera de casa. Por sus jugadores y el sistema que emplea, incluso fuera de casa muchos equipos pondrán línea de cuatro y un doble pivote. El Zaragoza era el equipo más goleado de la Liga y Aguirre decidió arroparse antes que dar prioridad al ataque. Hasta cierto punto es lógico.

Hubo, es verdad, jugadores que no han aparecido. Un hombre importantísimo como Baptista no estuvo fino en los controles. Cazorla tocaba balón, pero no desequilibraba. Lo que decíamos, posesión y juego sí, pero no profundidad y llegada.

El Málaga debe intensificar el ritmo de juego cuando el equipo contrario se repliegue para llegar con más efectivos, con más superioridad. Hay que ser realistas. En los últimos minutos del primer tiempo creo que el cansancio se notó. Pellegrini ha apostado por el mismo once, salvo Gámez por lesión, en los tres partidos en una semana. Y el Málaga no entró tanto por banda. El ritmo no era el mismo y me lleva a pensar en ese cansancio. Este año tenemos fondo de armario y hay que usarlo. Cuando entraron los tres cambios (pienso que deberían haber llegado antes), Isco, Sebas y Rondón crearon la oportunidad para ganar el partido. Ellos sí tenían ese punto de velocidad, de explosividad. También creo que echamos en falta a Gámez, que desdobla mucho a Joaquín y crea superioridades. Sergio Sánchez notó la inactividad y también que Juan Carlos, el mejor del Zaragoza, le buscaba las cosquillas. Era normal que no subiera tanto.

Para mí llegó tarde la entrada de Isco. Es desequilibrante, revolucionó un poquito el juego. Recibía, caía a banda, tenía movilidad. Se estaba jugando al ritmo que proponía el Zaragoza, tranquilo, pausado. Y se notaron los cambios. Fue otro partido aunque durara tan poco.

Defensivamente, Toulalan equilibra el equipo, hace que la defensa sea un muro y eso hace que al Málaga no le lleguen en ventaja. Pero sí eché de menos esa profundidad y ese desequilibrio. El equipo va haciéndose sólido, igual faltó un punto de inspiración, de brillo. Llegará otro día.

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