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Operación Garbajosa

  • El Unicaja ya ha entablado contactos con el agente del jugador para estudiar su regreso la próxima temporada a Málaga, aunque la tarea es complicada y existen factores fuera del alcance del club

La operación es complicada, tiene muchas aristas y agentes y algunos imponderables. Pero el Unicaja ya ha dado los primeros pasos para procurar el regreso de Jorge Garbajosa a Málaga. Es un proceso arduo y que se puede prolongar durante varios meses. Pero va tomando forma. El agente del jugador, Arturo Ortega, ya conoce la predisposición del Unicaja para recuperar al que fuera su buque insignia en el bienio mágico Copa-Liga. No hay ningún vínculo legal entre Garbajosa y el Unicaja, como ambas partes dejaron claro el día en que el madrileño se despidió de Málaga rumbo a Toronto. Sólo el emotivo. Que no es poco. Sería un golpe de efecto brutal para frenar la espiral negativa, salvando el brillante paréntesis de la Final Four, en el que se halla inmerso el club en su vertiente deportiva desde la marcha del gran ídolo.

La situación contractual del ala-pívot es la siguiente. Tiene una temporada más de contrato con los Raptors, en la que debería percibir alrededor de cuatro millones de dólares (menos de tres millones de euros al cambio actual). Por encima de todo está, evidentemente, su situación física, el estado de su pierna izquierda, operada dos veces en el último año. Y por medio, un litigio legal entre la Federación Española, la Mutua Madrileña y los Raptors por el seguro firmado para que pudiera participar en el Eurobasket.

La situación está un tanto enquistada. Bryan Colangelo, presidente y general manager de los Raptors, ha manifestado su prohibición taxativa a que Garbajosa esté en los Juegos Olímpicos con España mientras sea jugador de Toronto. El jugador se ha mostrado prudente en sus comparecencias públicas, pero aún alberga la esperanza de estar en sus terceros Juegos. Y está desencantado con el universo NBA, en el que no todo es el oropel y el brillo que irradia. También tiene sus miserias, que él ahora está padeciendo en cuerpo propio. Nunca ha sido un mitómano de la mejor liga del mundo y ya probó que podía competir con los mejores. Realizando, por ejemplo, soberbios marcajes a LeBron James o Carmelo Anthony. En su año de rookie estuvo en el All Star con los novatos. Por eso, la opción de regresar a Europa la tiene abierta. En el peculiar mundo NBA, las franquicias no dudan en prescindir de jugadores que no le interesan, aun indemnizándoles con el abono de su contrato, para crear hueco salarial con el que reforzarse sin sobrepasar el tope. En cualquier caso, son operaciones que se realizan una vez acabe la competición, no antes del 20 de junio, en los días previos al draft.

"Continúo el plan que han trazado los preparadores físicos. El año pasado, una vez que recibí el alta médica, establecimos que debía llegar a la concentración a un 80% de mis posibilidades físicas para adquirir el 20% restante antes de la competición. Pero la lesión que sufro es complicada en el sentido de que nada es matemático. Yo me encuentro bien y cada día que pasa soy capaz de hacer más cosas: ejercicios de bote, de manejo de balón, ejercicios con conos y mucho tiro. Algunos días estoy tirando un total de tres horas", decía Garbajosa hace un par de semanas en su artículo semanal en El País. Ahí confesaba también que "la situación no es cómoda" y que tuvo una breve reunión con Colangelo y el entrenador, Sam Mitchell, en la que debido a su estado no le comentaron nada sobre el futuro, sobre la próxima temporada. "Ánimo no me falta", concluía.

En la imagen de la izquierda, datada el 26 de marzo, justo un año después de su terrible lesión primigenia en el TD Banknorth Garden, se le puede ver lanzando a canasta sobre el parqué del Air Canada Centre, antes de un partido ante los Pistons de Detroit. De aquel retrato ha transcurrido ya mes y medio. Y parece que los progresos son lentos, no se sabe si para llegar a tiempo a Pekín, pero seguros. Garbajosa continúa con un plan específico de recuperación. Lo realiza a caballo entre Madrid, Vitoria (de donde es su mujer) y Málaga. Periódicamente deberá acudir a Toronto para realizar revisiones y comprobar su evolución. Por Málaga se le ha podido ver recientemente. El internacional español sigue teniendo una residencia permanente en Benalmádena y más de una vez ha declarado que estudia instalarse aquí cuando se retire. Su esposa trabajaba en Unicaja entidad financiera y posee una excedencia que podría extinguirse.

Estará en Málaga pronto Garbajosa. La próxima semana tiene previsto ver jugar al Unicaja en Madrid. Y venir a la Costa del Sol al día siguiente para acudir después al segundo partido de las eliminatorias de cuartos de final de la ACB. Será la ocasión especial para que el Carpena le tribute el homenaje de agradecimiento pendiente. Lo recibió con el cariño profesado durante las celebraciones por el título de la ACB y en el largo intervalo de su recuperación anterior, durante el mes de junio pasado, cuando se machacaba diariamente en el Palacio de los Deportes, en la piscina de El Torcal o en la playa. No ha pisado el coliseo en el que dejó su huella en acontecimiento oficial desde que jugara el segundo partido de la final ante el Tau. El club trabaja en hacerle un reconocimiento público en el transcurso del citado encuentro si finalmente se confirma su presencia en el encuentro ante el Real Madrid.

Las miras del Unicaja están ahora en el play off, en terminar de la mejor manera posible una temporada hasta ahora decepcionante. Pero en los despachos hay más movimientos que los referentes al caliente banquillo.

La posible vuelta de Garbajosa conlleva un trabajo arduo, de desgaste, que el Unicaja está dispuesto a asumir. La predisposición mutua es grande. Pero por delante hay un camino extenso, en el que intervienen factores fuera del control del Unicaja, incluso del propio Garbajosa. Pero los primeros resortes han saltado y la operación está en funcionamiento. Sería el regreso del gran ídolo.

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