¿Fue un guiño o fue un desliz? Pareció lo segundo, pero no es descartable lo primero. "¿Ha hablado con algunos jugadores de la plantilla, con Stimac?", se le preguntó a Markovic. Es algo que todos los jugadores hacen, preguntar adónde van, sobre todo si son compatriotas. "No, no hablé con Stimac, sólo con Dusko".

Dusko es Dusko Savanovic, el ala-pívot que el Unicaja quiere enrolar a su proyecto tras tres temporadas en el Efes turco, como se ha venido contando desde hace semanas. La situación, aunque el Unicaja tiene enviadas a sus agentes una oferta que aún no les satisface, no es diáfana. "Hablé con Dusko Savanovic sólo. No sabe nada si va a venir aquí. Creo que sí, pero no sabemos qué pasa", dijo Markovic mientras se daba cuenta de que igual estaba revelando algo que no debía. Cuando se le insistió, admitió que "claro que sí me gustaría que viniera, es una ciudad bonita para vivir y jugar. Zoran Dragic está aquí, Golubovic también viene... Es bueno que tengas compañeros que hablan tu idioma".

Savanovic, lo sabe el Unicaja, quiere venir. Y el Unicaja, lo sabe Savanovic, quiere que venga. Falta encontrarse a la mitad del camino. El único escollo es el económico. El ala-pívot serbio cobraba en torno al millón de euros limpio en Turquía. El Unicaja llega a poco más de la mitad. Mientras el serbio, que no irá al Mundial, no cierre otro contrato, la oferta del Unicaja sube de valor. Pero corre el riesgo de que vuele si alguien salta la banca. En esa partida se van cambiando cartas.