Deportes

El pacto con Vasileiadis

  • Los agentes del jugador y los negociadores del Unicaja acordaron respetar el año extra.

La negociación entre el Unicaja y los agentes de Kostas Vasileiadis no fue demasiado larga en la última tentativa para contratarle, pero sí muy intensa. Con el inicio del Mundial como cortafuegos, domingo, lunes y martes pasados fueron ciertamente movidos, con intercambio de emails y llamadas. El Unicaja subió su oferta en su primer y segundo año ofertado casi 100.000 euros limpios. Vasileiadis bajó sus pretensiones muchísimo más.

En la negociación el Unicaja hizo ver que sobrepasaba el límite presupuestado para esta temporada y los agentes de Vasileiadis acabaron comprendiendo esa realidad. Como contrapartida, se ofertaba un segundo año de contrato más acorde al caché y la calidad del alero griego. Ese segundo año no está garantizado porque el Unicaja tiene una cláusula de corte cifrada en 50.000 euros. También dispone el jugador de una cifra algo superior para marcharse a otro club. Era favorable para las dos partes por asuntos logísticos recoger esa posible ruptura. Pero el pacto no firmado al que llegaron los agentes del jugador y los dirigentes del Unicaja era respetar esa opción e, incluso, renegociar un contrato nuevo para que Vasileiadis estuviera en Málaga "cuatro o cinco años más". Las palabras son palabras, no obstante.

El Unicaja distribuyó ayer un vídeo con Vasileiadis en el hotel de concentración de Grecia en el Mundial, ambientado con la música de Zorba el Griego, en el que el jugador recalcó el mensaje entusiasta que ya se recogía en una entrevista en estas páginas el pasado jueves, una vez confirmado su fichaje. "Vengo por mi familia. Quiero que vivan en un muy buen sitio. Tengo ahora un niño de 11 meses y con mi mujer quería disfrutar otra vez del baloncesto. Seguro que podemos hacer grandes cosas. La primera vez sólo tenía 21 años, no sabía disfrutar del baloncesto y vivir en Málaga. Tengo 30 y es muy diferente. Voy a disfrutar del baloncesto, de vivir en Málaga", afirmaba Vasileiadis, que hacía campaña con el carné de abonado mientras se sacaba la camiseta como si fuera un futbolista ante las risas de sus compañeros de selección y de Fotis Katsikaris, su seleccionador, que observaba desde la planta del hotel.

"Que esté con nosotros, que llenen el pabellón y que nosotros vamos a hacerlo lo mejor posible", fue el mensaje que le recordó Vasileiadis a los seguidores del Unicaja, entre los que su contratación ha caído como una bomba, en el sentido positivo. Una gran dosis de ilusión.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios